viernes, 25 de febrero de 2022

 

LOS SENDEROS DE LA VIDA

 

He perdido el camino que me lleva hacia ti. Después de años de soledad compartida, ahora avanzo por sendas estrechas y oscuras entre matas espinosas que destrozan aún más mi corazón. Así me siento y sé que tú no estás mejor aunque lo sigas negando. En mis noches de cama solitaria oigo al otro lado de la puerta tu llanto quedo, silencioso y te siento transitar por las mismas sendas oscuras y tristes.

Yo no tuve culpa del accidente, tú estabas allí. He intentado una y otra vez unirme a ti, para salir del abismo negro en el que vivimos. Esta noche, por última vez, intentaré romper la muralla de aire que nos separa. Tenemos que volver a vivir, podemos cambiar el futuro juntos, no me rechaces, recuerda solo los momentos felices y volveremos a estar en el camino ancho y soleado donde empezó nuestra aventura de vida.

He pasado despierto toda la noche. Estoy ronco de gritar suplicándote. Ya no puedo más. Sé que pronto vendrán los hombres de blanco a ponerme una inyección para que me calme, dicen que mis gritos molestan a los demás. Pero ¿Quiénes son? Solo estás tú detrás de esa puerta que no me dejas cruzar.

Daría con gusto mi mano derecha para no tener que escribirte esta carta. Creo que ya no sé donde termina la realidad y donde empiezan los sueños. No te he vuelto a ver desde el accidente pero sé que estas  detrás de esa puerta por la que deslizaré esta carta igual que todas las anteriores esperando con ansiedad tu contestación.

Recuerdo que en la ambulancia prometiste no abandonarme nunca. No has vuelto a mí desde entonces. Echo tanto de menos tus palabras de amor, tus caricias, los sueños que íbamos a compartir. ¿Por qué no me esperaste?

Si no abres la puerta seré yo el que vaya a buscarte y esta vez los hombres de blanco que me vigilan no podrán impedirlo.

miércoles, 2 de febrero de 2022

 

LA JOYA ANTIGUA

 

No esperé a los demás, quería hacerme con el espejo de nuestra abuela, ese que valdría un buen dinero en el mercado negro. Mi vida iba de mal en peor, lo necesitaba, además, ¿Quién dice que en el reparto no me fuera a tocar a mí? Pensándolo bien yo era su favorita, sí, ya sé que estos últimos años ha sido como si no existiera para mí, pero es que he tenido muchas cosas de las que preocuparme. Lo cogería, me iría y mañana con todos aquí, a quitar la casa como si nada.

Además lo hago porque siempre me ha gustado. Cuando de pequeña me miraba en él, siempre salía favorecida mi imagen.

La abuela me decía: Hija, el espejo te ve por dentro y eso es lo que refleja. Yo la creía tanto que cuando mi vida empezó a cambiar para peor, todo hay que decirlo, no quería mirarme en el, me daba miedo lo que pudiera reflejar.

Además, ¿Quién se va a acordar del espejo? Venimos a repartirnos las joyas y sacar lo más posible de todas las cosas de la abuela, pero el espejo será mío, pienso que algún día podré rescatarlo.

Si no recuerdo mal, lo tenía siempre cerca de su cama, decía que le ayudaba a ser mejor.

Lo que estoy haciendo no es un robo, es coger algo que me pertenece. ¿Dónde lo habrá metido? ¿Se habrá adelantado alguno? Solo me queda mirar en el arcón, tiene que estar ahí. Y ahí estaba, guardado al revés. No tuve ningún miedo al cogerlo ¡Es tan precioso! Pero al darle la vuelta me estremecí, sentí pánico. No me veía reflejada en el espejo, solo había en él un ojo. Cuando me fui calmando pensé: Mi abuela tenía razón, soy tan horrible por dentro que se  niega a reflejar mi imagen, solo se ve un ojo, el ojo de la conciencia diciéndome que lo que hago no está bien, no podía robar a mi familia, no debía caer tan bajo.Lo dejé en su sitio y salí corriendo de allí.

Al día siguiente tuve suerte, me tocó a mí. En él me miro cada día y poco a poco la imagen  que refleja va mejorando.

Gracias abuela, será verdad o fantasía pero el espejo ha cambiado mi vida.