domingo, 26 de marzo de 2023

EL TEATRO EN EL SIGLO XXI

 

MANIFIESTO DEL TEATRO 2023  --Grupo adultos mañana

 

                EL TEATRO EN EL SIGLO XXI

 

El teatro sigue siendo una forma de arte muy importante en el siglo XXI ofrece muchos beneficios tanto  a los espectadores como a los actores.

Es como una maleta que transporta sueños, deseos, sentimientos desde los mejores a los más aberrantes, porque es un reflejo de la vida.

Fomenta la empatía, permite a los espectadores identificarse con los personajes, lo que puede dar lugar al entendimiento con otras personas y culturas.

Estimula la imaginación permitiendo visualizar diferentes mundos y situaciones, experiencia que puede ser enriquecedora y emocionante.

Promueve la creatividad, no solo en escritores y directores sino muy especialmente en los actores que tienen que salirse de ellos para crear un personaje.

Fomenta la reflexión al abordar temas sociales, políticos y emocionales muy importantes que pueden hacer reflexionar al espectador sobre su punto de vista y sus valores.

Ofrece entretenimiento en vivo, en un mundo cada vez más tecnológico, que puede ser atractivo y muy gratificante al ver personas con tus mismos problemas sobre el escenario.

Ayuda a preservar la cultura y la historia de un país poniendo en escena obras de autores clásicos donde se refleja la sociedad de épocas anteriores.

El teatro como la vida cambia y se adapta porque forma parte de ella. Siempre existirán en él grandes pasiones, buenas y malas porque todas están en la naturaleza humana.

NO MÁS BUTACAS VACIAS. QUE NO MUERAN LOS SUEÑOS.

VIVA EL TEATRO.

 

jueves, 23 de marzo de 2023

LA GUITARA

 

LA GUITARRA

 

Se ha cerrado el círculo, he vuelto al taller de donde salí a una ciudad azul de mar y cielo, olor a algas y alegría en las gentes, recién pintada, con todas mis cuerdas y el clavijero intacto. ¡Qué tiempos! Era joven, tenía ilusiones y muchas notas en mi interior esperando que alguien hiciera con ellas una preciosa melodía.

Fui el regalo para un joven adolescente, pensé que había caído en buenas manos,  pero ni buenas ni malas, me dejó en un rincón exhibiéndome ante sus amigos como un trofeo. En realidad no tenía el pobre buen oído, no supo arrancar de mí ni una nota agradable. Él se cansó y también su padre de pagar al profesor.

El tiempo que estuve con mi segundo dueño fue la etapa más bonita y creativa de mi vida. Era el guitarrista de un tablao flamenco, un entendido, tenía dos como yo más antiguas, pero cuando me probó pasé horas y horas en sus manos. ¡Qué maravilla! Con que entusiasmo me acariciaba, sacaba de mí los mejores sonidos, la mejor música. ¡Cuánto lo he amado! Pasábamos largo tiempo juntos, yo entre sus brazos y él en éxtasis porque estaba consiguiendo ese sonido único que tanto había buscado.

Una noche en la que acompañábamos a una joven recitando preciosos poemas, nos acoplamos tan bien, que los versos y la melodía formaban un todo. La sala estaba llena pero era como si no existiera más que música y poesía.

Fueron años felices de sueños cumplidos, pero nunca nada es para siempre.

Mi dueño murió, no tenia  nadie a quien dejar sus pocas pertenencias y fui arrastrada con todas ellas al trastero del local donde actuábamos.

¡Qué depresión al llegar! Frio, suciedad, cosas que serian imprescindibles y amadas por alguien, acababan allí sus días en soledad.

Pasaron muchos años, la humedad se cebo en mis cuerdas y se partió el clavijero de un golpe por no estar bien sujeta. Sentía una gran nostalgia, aun podía ofrecer mucho  pero nadie me hacía caso. Algunas veces venia gente que revolvía entre los objetos, me tomaban en sus brazos pero me despreciaban por vieja y no dar buena imagen.

Un día ocurrió un milagro, entró en el trastero un muchacho joven, alto, delgado como un junco y de lo poco que quedaba de mí fue sacando algunas notas que le gustaron, mi sonido tenía algo especial, algo único.

Y aquí estoy, en el taller de donde salí, esperando que consigan reparar lo que el tiempo y la desidia hicieron.

Sé que nunca volveré a sonar como la primera vez pero aun puedo hacer feliz a alguien con mis notas viejas y sabias.

 

 

 

viernes, 3 de marzo de 2023

UTOPIA. Relato premiado en el concurso del Colectivo Carmen Conde--- Esperanza Asuar 2023

 

UTOPIA

 

Aquella noche mi sueño explotó en una nube roja que comenzó a deshacerse en gotas por el suelo de la cocina. Lo último que sentí  en este mundo que tan mal me había tratado fue pena, mucha pena por él, por mí y por los sueños rotos.

De eso hace ya mucho tiempo y aún estoy vagando por un espacio sin principio ni fin, esperando ver algún día si los hombres  han eliminado esa aberración como quitaron de en medio tantas otras cosas para ir creciendo como seres humanos  iguales y diferentes. Esa es la clave y la dificultad.

Al principio todo lo veía igual, es cierto que había algunos avances, más personas estaban concienciadas de que las mujeres éramos las compañeras no las esclavas, que podíamos llegar a lo más alto igual que ellos. Y de pronto un desgarro en el cielo, millones de voces clamando por las nuevas víctimas del afán de posesión, del odio al no ser acatado como dueño y señor.

Todo parecía una rueda que a veces iba despacio pero otras aceleraba sin saber porqué, destruyendo a más mujeres en la hoguera de sus vanidades y dejando dudas sobre lo logrado a base de mucho esfuerzo.

 Se dieron cuenta que había un principio para comenzar: La educación, los niños imitan lo que ven, tardarían dos o tres generaciones, lo conseguirían, pero había que empezar ya.

No habría roles definidos de niños y de niñas, podrían jugar a todo sin ser motivo de crítica o de mofa. Las mujeres poco a poco, participarían en deportes de los que habían sido excluidas siempre, sentadas ya en los consejos de administración de las empresas por méritos propios, cuidarían de los hijos conjuntamente padre y madre, el Estado estaría siempre atento a que hubiese suficientes guarderías y colegios con profesores cualificados para imprimir en esas mentes moldeables el sello de la igualdad, de la no discriminación, de la no violencia y poco a poco se recogerían sus frutos.

Mirando desde arriba veía países que avanzaban en este sentido, castigando duramente al que se saltara las leyes que por fin iban tomando cuerpo de mujer, pero había otros cuyas nubes se ennegrecían como las ropas en que estaban envueltas las personas del sexo femenino  como si fueran un regalo que solo podía destapar su hombre.

A esos países con la ayuda de todos también llegaría la educación, el respeto al diferente. Se darían cuenta de que  perdían el potencial de la mitad de la población y cuando sus riquezas en materias primas se fueran agotando, volverían la mirada a esa mitad que tanto habían despreciado.

Yo seguiré aquí observando, alegrándome por los logros y entristeciéndome por los fracasos, creo que aunque faltan muchos años, algún día llegaremos a ese mundo fantástico libre de machismos en todos los continentes.

 

LA CULPA

 

LA CULPA

La luz iba dando paso a los grises y a las sombras en ese bosque de árboles centenarios y entramadas ramas donde era fácil perderse, estaba rodeando la casona de la que se había escapado en un descuido burlando la vigilancia a la hora del almuerzo y desde entonces corría ladera abajo esperando encontrar algo o alguien que lo sacara de allí.

El viento empezó a soplar con más fuerza y al entrechocar los árboles sus ramas producían sonidos semejantes a voces humanas que no entendía, los grises se hacían por momentos más oscuros, imaginaba figuras que iban persiguiéndole, alguien grita desde lejos un nombre que tampoco logra descifrar. Ahora se arrepentía de haberse escapado, sus remordimientos irían siempre con él, no se quedarían en la Casa de Salud, no recuerda cuándo y por qué ingresó pero sabe que fue hace ya mucho tiempo.

Tiene lagunas en la memoria pero no logra desprenderse de esos recuerdos, de esa etapa de su vida que le produce horribles remordimientos y atacan con saña cuando pensaba que lo había superado.

Le vienen a la memoria flases inconexos como de película rota, pasa un trozo en blanco y en seguida él se asoma a un dormitorio donde hay dos personas amándose, a una de ellas la conoce bien es su mujer, a la otra la tiene mal enfocada. Vuelve otro trozo en blanco y la siguiente imagen es una mujer colgada de una lámpara  y el hombre desenfocado goteando sangre a sus pies. Él no sale en la película, seguramente porque era el que la rodaba. ¿Son fantasía todos esos recuerdos? Piensa que el remordimiento es una emoción inútil, no arregla lo que está hecho por eso hay que guardarlos en la memoria olvidada, donde van las cosas que no han debido ocurrir, pero esos recuerdos son insistentes, cuando cree que se ha desprendido de ellos, se cuelan en medio de dos pensamientos para volver a atacar.

El hombre grita ahora con todas sus fuerzas, es un ser atormentado, las sábanas están empapadas de sudor y la cama deshecha por la lucha mantenida. El corazón se le va parando poco a poco, quería acabar para siempre con ese sueño maldito, por eso anoche no se tomó las pastillas.

 

Autor: VIENTO DE LEVANTE