LA JOYA
ANTIGUA
No
esperé a los demás, quería hacerme con el espejo de nuestra abuela, ese que
valdría un buen dinero en el mercado negro. Mi vida iba de mal en peor, lo
necesitaba, además, ¿Quién dice que en el reparto no me fuera a tocar a mí?
Pensándolo bien yo era su favorita, sí, ya sé que estos últimos años ha sido
como si no existiera para mí, pero es que he tenido muchas cosas de las que
preocuparme. Lo cogería, me iría y mañana con todos aquí, a quitar la casa como
si nada.
Además
lo hago porque siempre me ha gustado. Cuando de pequeña me miraba en él,
siempre salía favorecida mi imagen.
La
abuela me decía: Hija, el espejo te ve por dentro y eso es lo que refleja. Yo
la creía tanto que cuando mi vida empezó a cambiar para peor, todo hay que decirlo,
no quería mirarme en el, me daba miedo lo que pudiera reflejar.
Además,
¿Quién se va a acordar del espejo? Venimos a repartirnos las joyas y sacar lo
más posible de todas las cosas de la abuela, pero el espejo será mío, pienso
que algún día podré rescatarlo.
Si no
recuerdo mal, lo tenía siempre cerca de su cama, decía que le ayudaba a ser
mejor.
Lo que
estoy haciendo no es un robo, es coger algo que me pertenece. ¿Dónde lo habrá
metido? ¿Se habrá adelantado alguno? Solo me queda mirar en el arcón, tiene que
estar ahí. Y ahí estaba, guardado al revés. No tuve ningún miedo al cogerlo ¡Es
tan precioso! Pero al darle la vuelta me estremecí, sentí pánico. No me veía
reflejada en el espejo, solo había en él un ojo. Cuando me fui calmando pensé:
Mi abuela tenía razón, soy tan horrible por dentro que se niega a reflejar mi imagen, solo se ve un
ojo, el ojo de la conciencia diciéndome que lo que hago no está bien, no podía
robar a mi familia, no debía caer tan bajo.Lo dejé en su sitio y salí corriendo
de allí.
Al día
siguiente tuve suerte, me tocó a mí. En él me miro cada día y poco a poco la
imagen que refleja va mejorando.
Gracias
abuela, será verdad o fantasía pero el espejo ha cambiado mi vida.
Arranque de sinceridad durante todo el relato..... Con la sinceridad se llega más lejos y más tranquilo
ResponderEliminarAunque interiormente la conciencia siempre nos avisa de las cosas que no están bien y, sin embargo, hacemos, !qué bueno sería tener un espejo como el del relato para recibir el aviso a traves de los sentidos! Seguro que le haríamos mucho más caso, tal y como le ocurrió a la protagonista del relato.
ResponderEliminar