domingo, 17 de diciembre de 2023

uNA DISCUSIÓN ABSURDA

 

UNA DISCUSIÓN ABSURDA

 

__Quizá pudiéramos esperar a mañana para seguir con esta discusión tan absurda, tengo sueño, estoy cansado y puedo decir algo de lo que me tenga que arrepentir.

__Pero esto es muy serio, peligra nuestro matimonio por ser tu opinión siempre la que gana.

__Eso es una idiotez, como siempre te llevas las cosas a tu terreno, no seré yo quien haga peligrar nuestro matrimonio por algo tan tonto. Se acabo, vamos a poner el edredón y así te quedaras tranquila sabiendo que yo estoy pasando calor. Eres capaz de cualquier cosa con tal de fastidiarme. Hasta mañana.

LA OSCURIDAD

 

LA OSCURIDAD

 

Pulsar él mismo el interruptor no era fácil desde aquella posición, lo había intentado varias veces y siempre fallaba, necesitaba luz para ver que había pasado allí abajo, que fuerza tan poderosa lo había colgado de la lámpara. Intentó pensar pero su cerebro también estaba a oscuras.

De pronto una ligera llama alumbró el laboratorio, la mezcla que estaba preparando durante tanto tiempo no dio el resultado esperado.

Había fracasado de nuevo, la humanidad seguiría envejeciendo, no había conseguido el elixir de la eterna juventud.

Cuando pudiera bajar de la lámpara lo intentaría de muevo.

viernes, 15 de diciembre de 2023

 

LA DECISIÓN   

 

¿Como he llegado hasta aquí?

Estoy en esta habitación preparándolo todo, me fijo en los papeles pintados de las paredes, por si pueden ayudarme en mi trabajo.

Intento sonreír, pero solo me sale una mueca entre triste y alegre. No combina bien, la expresión de mis ojos, con  la incipiente sonrisa de mis labios. Lo veo en el gran espejo que hay en enfrente, Así es como soy ahora y estoy orgullosa de ello.

Todo está preparado, pronto los tendré aquí, mirándome con sus caras redondas y sus ojos muy abiertos, pendientes de encontrar un fallo y decirlo en voz alta. Ellos son así: Espontáneos, sencillos, sin dobleces. No como los otros que me aplaudían forzadamente, pero no se entregaban nunca por completo.

Por eso les deje, no me aceptaban, no era de su clase, además había tomado ya conciencia de mi posición en el mundo junto a los más desfavorecidos.

Siendo así ¿Como había tenido la osadía, el pensamiento siquiera de que podía ser aceptada en sus círculos? Siempre seria la comediante.

Sé que admiraban mis actuaciones, pero no eran capaces de demostrarlo en las fiestas posteriores, donde casi todos ignoraban mi presencia.

Por eso estoy aquí, esperando a los niños de este barrio marginal.. El cuento de hoy les va a encantar. Lo he escrito especialmente para ellos, es un cuento de Navidad, son agradecidos y verdaderos, comparten sus pocas pertenencias conmigo. Al final de la actuación les reparto, juguetes que otros niños despreciaron y que yo me encargo de ir recogiendo, caramelos a los que es imposible quitarles el papel y un sinfín de cosas que son tesoros para ellos.

Por eso los quiero, por eso pase de primera figura en los teatros a Cuentacuentos en los barrios más desfavorecidos. Me siento bien entre ellos. No sé si algún día volveré.

 

 

 

 

LA CESTA

 CUENTO DE NAVIDAD 2023

LA CESTA 

 

Allí estaba la niña con los ojos como platos y la respiración acelerada  por la emoción, mirando la gran cesta de Navidad que había encontrado en el recibidor de su casa al volver del colegio.

Su familia no había recibido nunca ninguna. En la España oscura de la posguerra, al que le regalaban una cesta de Navidad estaba presumiendo de Status Social  todo el año, pero eso a la niña no le importaba, no se atrevía a tocarla por si desaparecía como en los sueños. ¡Cuántas cosas había! Fiambres, turrones, dulces, botellas de vino y licores y hasta bombones. Era una cesta de lujo, de las grandes. La compartiría con sus amigos, su madre la dejaría, eran demasiadas cosas para disfrutarlas ellos solos, además les habían dicho en el colegio que lo que se celebraba era un cumpleaños, el niño Jesús siempre pequeño en el Belén ya había cumplido más de dos siglos y ella entendía que a esa fiesta cuantas más personas vayan mejor. Comerían, beberían y bailando  alrededor de la cesta cantarían villancicos tocando la pandereta.

¡Qué pena tener que deshacerla, estaba tan bonita! El espumillón le podría servir para el Belén, el que tenia estaba ya muy viejo y sin brillo.

Cuando sus padres volvieran de trabajar se llevarían una gran alegría, tenía la cesta una tarjeta pero estaba muy alta y no llegaba ¿Quién nos la mandaría?  Era una buena empresa pero no iban regalando cestas como esa a los trabajadores, eso sí, el aguinaldo nunca faltaba.

Se sentó enfrente para contemplarla, todos los años soñaba con una cesta que nunca llegaba y ese año por fin…

María despierta o llegaras tarde al colegio. Era la voz de su madre, ¿Dónde estaba? ¿Qué hora era? Se habría dormido mirando la cesta. ¡¡La cesta!! Se levanto de un salto y fue al recibidor, allí no había nada, la habrían llevado a la cocina, pensó, pero tampoco estaba allí.

Mama ¿Dónde está la cesta de Navidad?

¿Qué cesta cariño?

La que había ayer en el recibidor cuando volví del colegio.

Ayer no fuiste al colegio,  estabas un poco acatarrada ¿No te acuerdas? Te quedaste en cama.

La madre entendía la carita de desilusión de su hija, todo el año había estado hablando de una cesta que le iban a enviar por Navidad, pero no le hacían caso eran “cosas de niña”

María empezó a vestirse, todo había sido un sueño, otro año seria.

El día de Noche Buena llamaron a la puerta y allí encontró una pequeña cesta con las cosas que más le gustaban. Toda la familia había colaborado para que su deseo se hiciera realidad.

Pasaron los años y una Navidad recibió una cesta como la que había soñado de niña,  sonrió recordando que nunca fue tan feliz como aquella Noche Buena con toda su familia alrededor de la mesa y en el centro su “Pequeña cesta de Navidad”.

 

 

 

sábado, 9 de diciembre de 2023

ULTIMA DECISIÓN

 

ULTIMA DECISIÓN

 

Mientras le vendaba los ojos, el verdugo suspiro y con gran angustia aceptó que tenía que ser él, como tantas otras veces, quien acabase con la vida de ese pobre desgraciado que apenas había empezado a vivirla.

No era fácil su profesión, sus muertos le pesaban como si él hubiera dictado la sentencia, ya no podía soportarlo más, por las noches aparecían sus caras y un dedo acusador.

Con un rápido movimiento, que los presentes no pudieron intuir, se puso él la soga al cuello y accionó la palanca. Seguro que encontraría la paz yéndose con ellos.

EL BARRIO. Este relato ha conseguido el premio en el certamen del Barrio de La Concepción 2023.

EL BARRIO DE LA CONCEPCIÓN

 

Decir el Barrio en Cartagena es decir el Barrio de la Concepción aunque sus vecinos no  se consideran tales, sino una prolongación de la ciudad. Está situado en la ladera este del monte Atalaya, desde donde  se puede admirar unas extraordinarias vistas.

En él hay cosas muy interesantes como el Asilo de las Hermanitas de los pobres, construido en 1929 por el arquitecto Víctor Beltrí. ¡Cuántas historias habrán escuchado esos muros! Desde los que gustosamente lo escogieron hasta los que sienten el silencio transparente de sus palabras.

El vivero municipal, un gran jardín en el que puedes pasar un buen rato admirando plantas, tanto autóctonas como importadas, que repoblaran los jardines y montes cercanos, será por eso que muchas de sus calles tienen nombre de flores.

Es un barrio de grandes inquietudes culturales, un ejemplo de ello es su teatro donde todos los años compañías de aficionados compiten para ser los ganadores del certamen Isidoro Máiquez, importante a nivel nacional.

Se está convirtiendo en un barrio Bohemio, sitio ideal para la creatividad,  pintores, músicos etc. Lo  alaban por su tranquilidad y cercanía.

Me hubiera gustado compartir vecindad con ellos porque allí  tengo grandes amigos.

 

  

jueves, 30 de noviembre de 2023

EL GENIO DE LA BOTELLA

 

EL GENIO DE LA BOTELLA

 

Yo el genio decido, ¿pero qué voy a decidir aquí en medio del mar metido en una botella? No tengo mi lámpara, yo salía cuando se frotaba, aquello tenía encanto, pero ahora en una mísera botella en medio del mar…

Llevo más de 1000 años aquí o a mi me lo parece y tengo un mareo…

¿Qué como he llegado a esto? pues un mal nacido al que no le gustaron el desarrollo de sus propios deseos me hizo salir con lloros, suplicas y lo que tiene ser blando, salí y el muy…al verme fuera le puso un tapón a mi preciosa lámpara y se la llevo para hacerle un regalo a su favorita, me quedé desnudo, con frio y sin casa. En una cueva encontré esta botella y a falta de algo mejor me metí en ella. El tiempo hizo que la tierra la fuera taponando y como la historia se desarrolla cerca del mar pues… Vamos pensad vosotros también un poco, no lo voy a hacer yo todo.

¿Sabéis cual es mi desgracia? No es la botella, ni el mareo, ni tampoco el mar, es que solo puedo conceder deseos a los humanos, pero no puedo hacer que mis deseos se cumplan y tengo una lista… Pero en fin uno nace genio y tiene como todo su lado negativo. Si algún día el mar me lanza sobre las rocas y rompe la botella seré libre, me buscare otra lámpara pero que no esperen esos desagradecidos humanos que vuelva a concederles ningún deseo.

Ahora me dedicare a cambiárselos, que eso si me está permitido, cuando una mente tenga un pensamiento negativo o agresivo para con sus semejantes  se convertirá en positivo, pacificador, empático, así los fastidiare, con lo que les gustan las peleas, las guerras, la destrucción y  poco a poco este mundo comenzara a ser más habitable.

jueves, 16 de noviembre de 2023

DIALOGO ENTRE ANGELOTES

 

DIALOGO ENTRE SERAFIN Y QUERUBIN

 

__Oye Querubín ¿No te parece que nos hemos precipitado al gastar el vale que nos dio San Pedro?

__No lo creo Serafín, estábamos muy ilusionados con este partido de futbol, pero ahora… en fin ya no tiene remedio.

__¡Yo cuando me acuerdo de todos los pases que hemos tenido que sellar para conseguirlo, aun me duelen las manos!

__Es que Dios se está volviendo muy blando, con eso de quitar el purgatorio, Hala! Todos los que están dudosos arriba y esto se está poniendo imposible.

__Querubín no seas quejica que gracias a ese pase hemos conseguido una nube de palco.

__¿Para qué? Tal como están jugando este año tampoco ascenderemos a la liga de los arcángeles.

__No seas gafe que solo estamos en el intermedio, en la segunda parte veras a los nuestros meter goles hasta con las alas, si ya sé que está prohibido pero un roce de nada…igual el árbitro Miguel del Paraíso ni lo nota.

__¡Ese que siempre está con la espada en la mano! Además nos tiene manía por no ser peleones si no gorditos y tranquilos.

__Ja ja ja por eso te pusieron Querubín, angelote sonrosado y con cara de bueno, si te conocieran…

__Es que estar aquí es un aburrimiento, siempre te están mandando cosas y tienes que poner buena cara y aguantar, porque para eso eres un ángel de tercera división.

__Estoy mirando esa nube ¿Tú crees que lloverá? Están jugando en la nube de abajo y si la de arriba se deshace…

__Calla y recemos que empieza el segundo tiempo, ¿Si Dios nos echara una mano? Pero está muy ocupado los líos, guerras y demás de esos seres raros y con tantos privilegios que son los humanos. “Hechos a su imagen y semejanza” si, si pues ahí se le fue la mano.


 

miércoles, 15 de noviembre de 2023

LA SOLEDAD DE LA NOCHE

 

LA SOLEDAD DE LA NOCHE

 

Sentada cerca de la ventana en el sillón donde me han traído los años, veo el atardecer. Mi calle tiene mucha vida, comercios, gente que cruza rápida, otras paseando, todo es movimiento, prisas, trabajo, decir  “No voy a llegar”, desear que pase pronto ese día, pensando que el siguiente será más tranquilo. No nos engañemos,  cuanto más corra el calendario antes llegaremos a la etapa final y echaremos de menos estar incluidos en esa vida.

Los grises van dominando los brillos, tarda en irse el último rayo de sol, le cuesta dejar la tierra a oscuras, se va con la promesa de volver pero sabe que no todos lo verán de nuevo.

Pasan las horas, cierran los comercios, los coches van más rápidos, las personas también. “La cantidad de cosas que me quedan por hacer” parece pensar una mujer joven tirando de una silleta y con otro niño de la mano. Igual ha estado trabajando fuera de casa todo el día y su mayor deseo es llegar quitarse los zapatos y tirarse en el sofá, pero no puede, tiene unas responsabilidades a las que como siempre hará frente.

La calle se va quedando solitaria, encienden las farolas y poco a poco los comercios echan la persiana, apagan las luces, mañana será otro día.

La calle ruidosa y animada se vuelve triste, oscura y solitaria, es la hora de los paseantes de mascotas, algunos ya se conocen, se paran a charlar y sus acompañantes perrunos ladran, ese es su saludo, a la calle vuelven cada noche esos sonidos como si de una orquesta se tratara, unos son agudos, otros graves, sonoros, tímidos, suaves, agradables o no, son casi los últimos sonidos de vida de ese día que acaba.

Ya es noche cerrada, he vuelto al sillón de madrugada porque el sueño se niega hoy, como tantas otras noches, a dormir conmigo.

Es sobrecogedor el silencio que hay en la calle, la noche tiene algo pavoroso,  la soledad se acentúa y hay algo en el ambiente que te pide cobijo.

Veo venir una figura por la acera, es un chico va con paso apresurado, se le habrá hecho tarde, nunca piensan en la intranquilidad de sus padres, de vez en cuando mira hacia atrás, seguramente en la fiesta seria el bravucón del grupo pero la noche con su falta de sonidos de vida,  se mete dentro como una niebla espesa y te hace recelar de todo.

No es justo que aun haya personas sin techo donde cobijarse, cuando los demonios de la noche salen de paseo.

domingo, 12 de noviembre de 2023

La Partida

 

LA PARTIDA

Hacía menos de una hora que había atracado su barco, cuando entró en aquel bar bullanguero de esa ciudad mediterránea cuyo puerto, abierto a tantas culturas y a tantos navegantes, unos buscando fortuna y otros solo aventura, fondeaban en él sus naves desde hacía muchos siglos.

Lo que él buscaba no era tan importante, solo poder jugar la gran partida, la partida de Póker famosa entre todos los marineros que navegaban por estas aguas y que tenía lugar en ese bar y lo que la hacía aun más interesante, por no decir única, era ella, “La reina”, una mujer misteriosa que jugaba como los propios ángeles (si es que estos saben jugar al Póker).Le habían hablado tanto de su belleza, de su actitud distante y fría, que estaba deseando verla, sentarse a la mesa y sobre el tapete verde medirse con ella.

El bar era como tantos de puerto, no muy limpio, bastantes moscas, ruido de juramentos y gritos en las diversas partidas, mucho humo y en la barra, acodados, algunos clientes contando sus ganancias o escuchando las andanzas y fanfarronadas de hombres medio sumidos en los vapores del alcohol.

En un rincón la vieja pianola iba desgranando las letras de una conocida canción; “Escúchame marinero y dime que sabes de él…..” a la que nadie parecía hacer caso.

Le bastó mirar solamente una vez al fondo del local y como salida de la bruma, por el humo que la rodeaba la vio, vio” La gran partida”. No parecía pertenecer a este mundo, los jugadores estaban aislados como  metidos en una burbuja ajenos por completo al estruendo que los rodeaba.

Se acercó despacio, solo tenía ojos para ella, miró sus manos que sabían acariciar las cartas y eran promesas de otras caricias. De pronto “La reina” levantó hacia él su mirada, verde, antigua, de serpiente que se enrosca en el corazón de los hombres y los lleva a la perdición. Pero no le importó, estaba allí y jugaría.

Pasaban las horas y él  iba perdiendo todo su dinero, hasta que quedó claro porque la llamaban” la reina del Póker”.

Se levantó, hizo una pequeña reverencia y se fue a la barra. Allí pidió una bebida típica de la ciudad; “Carajillo” le dijeron que se llamaba, entraba bien y pensó que necesitaría más de uno para asumir su frustración.

Había fracasado y sintió que tenía que asumir esa derrota, agachar la cabeza y seguir su camino.

Al salir del bar oyó una voz a su espalda, era una voz de sirena como las de aquellas que se apoderaron del alma de Ulises.

-Marinero ¿quieres pasar el resto de la noche conmigo? El no lo dudó y se fue con ella, con la “Reina” a conocer el secreto de sus extraños ojos verdes y de sus manos largas, acariciadoras….

Y esa fue la mejor noche, el mejor puerto y la mejor experiencia de su ya dilatada vida.

 

 


miércoles, 8 de noviembre de 2023

INCIDENCIAS DE UN VIAJE

 

EL COLMO DE LA MALA SUERTE

 

Les voy a contar las incidencias, que no desgracias, de mi viaje en tren hará cosa de un mes.

Al ir a sacar el billete me dijo el señor de la ventanilla que para hacer los 600 y pico de Km que me separaban de mi destino solo había un tren que tardaba 12 horas, si, como lo oyen, pero como tenía interés en ir, saqué el billete y pensé en los libros que tenia por leer.

Emprendimos el viaje, cuando llevábamos unos cuantos Km quise tomarme un café y le pregunté a mi compañero de asiento por la cafetería. La carcajada que soltó despertó a los pocos que dormían en el vagón ¡Cafetería!! Este tren no tiene, ¿No se ha dado cuenta de la bolsa que llevo? ¡Si solo me faltan las gallinas para estar en el siglo XIX! Pensé bajarme en la primera estación, aunque parara poco tiempo, siempre habría en el andén vendedores con los vasitos de plástico preparados para aliviar el sueño de los viajeros.

Paramos en andenes desiertos con estaciones cerradas.

Hicimos 28, si,  28 en algunas había intercambio de viajeros, pero en otras solo existía el pequeño edificio casi en ruinas. Tanta parada no nos daba tiempo a coger velocidad  y el pobre tren, con escalones en el interior, no podía pasar de 100 Km /h.

Me empezó a dar hambre y pensé: Vale, un día sin comer limpia la sangre. No hay mal que por bien no venga, pero mis compañeros no lo consintieron y compartieron conmigo sus viandas.

No hablemos del baño, ¡Uno para tres vagones! Allí había más cola que en la primera vacuna de la Cobi.

Cuando vamos por mitad del camino se para el tren en medio de la nada y nos dicen que hay que bajarse porque se han roto un tramo de vía y el tren tiene que dar la vuelta, Un autobús pasaría a recogernos para llevarnos a otro tren pasada la avería.

Los pasajeros pusieron el grito en el cielo. Yo pensé que no era para tanto así estirábamos las piernas. Se hacía de noche y en  aquel páramo empezaba a hacer frio. No llevaba ropa de abrigo y aproveché para correr alrededor de la estación en ruinas. Tampoco era plan de irse lejos, con la oscuridad podían dejarte allí.

Llegamos al final del viaje  una hora y media más tarde, pero hicimos grandes amigos, todo se puede mirar por el lado bueno.

No es mala suerte es el tren Zaragoza-- Cartagena. El único que existe si no quieres hacer transbordo y no solo de tren a veces hasta de estación.

 

 

 

 

EL SILENCIO TRANSPARENTE

 

EL SILENCIO TRANSPARENTE

 

 

 

En ese silencio transparente, hacía mucho tiempo que estaba instalada; No era un silencio de sonidos, no, esos estaban ahí, y los percibía muy bien, pero eran solo sonidos, no había palabras, palabras de amor, de miedo, de odio, de ira….de todas las formas con que el mágico regalo de la mente nos deja expresar los sentimientos.

Este silencio si le aterraba, pues se le metía en el corazón como una fina aguja de cristal y la iba desangrando gota a gota.

En otro tiempo, en su juventud, la vida que la rodeaba era toda luz y sonidos: desengaños, amores penas, alegrías…..pero siempre estaba allí la palabra de alguien con quien compartir esos sentimientos y ahora en la vejez, la llenaba de soledad no poder comunicar todo el torrente de emociones que aún le quedaban.

Las palabras salían de su boca, rebotaban en las paredes de la habitación y volvían a ella, como un eco solitario que nadie hubiera querido atrapar y descifrar.

¡Cuanta tristeza y soledad se unen a la vejez cuando faltan las palabras!!

domingo, 5 de noviembre de 2023

LA PUERTA

 

LA PUERTA

 

El temita de las bajantes puso la reunión al rojo vivo. Abrirían por baños del 5º,  A o  B. La soltera de buen ver del 5A puso el grito en el cielo, además quería fastidiar al viudo del 5B por “cosas pendientes”. Como no hubo acuerdo se hizo un sorteo tocándole el “marrón” a ella, que casi se desmaya. El viudo al ver su estado prometió pasar todos los días para ayudarle. Un día no volvió a su casa, los albañiles amables  habían abierto una puerta  que los comunicaba.

A esas “malditas bajantes” siempre las recordarían con cariño.

RELOJ NO MARQUES LAS HORAS...

 

RELOJ NO MARQUES LAS HORAS…..

 

De pronto todo se hizo oscuro en su cabeza; ¿Serian verdad las palabras que escuchaba de sus hijos, de sus amigos más queridos con los que había trabajado codo a codo durante tantos años. Su mujer y él se habían dejado la juventud levantando esa empresa , maldito el día en que le convencieron para que les diera participación en el negocio. “Todo será como hasta ahora, solo que tendrás más ayuda “. ¡Hipócritas! Ellos, incluyendo a sus hijos, habían llegado cuando ya se auguraba un buen porvenir. ----“Retírate y descansa, ya no te necesitamos aquí, te lo has ganado y después de lo de mama…”

¡Como te atreves a hablar de ella! Cuando fueron tus locuras las que la llevaron a…

Un “amigo” le paso el brazo por el hombro para sacarlo de allí. En la sala de reuniones el aire estaba cargado de agresividad. ¿Por qué ? ¿ Contra quién? ¿Contra él?

Tú has sido un buen referente pero nos tenías a todos en un puño nos asfixiabas, querías controlarlo todo y a todos. A través de la bruma que se había instalado en su cerebro vio la cara de violeta su hija más querida. ¡Como se parecía a su madre! No, esas palabras no podían salir de su boca todo estaba distorsionado como en una pesadilla. Oía voces de ánimo, de reproche, algún que otro lamento por una oportunidad de negocio perdida

Sintió rabia y un cansancio infinito,  no podía moverse, con gran esfuerzo se separo del sillón y camino hacia la puerta. En la calle una ligera llovizna cubría el suelo convirtiéndose en diminutos cristales cuando las nubes dejaban algún claro y el sol se colaba entre ellas como un intruso.

Entro en el coche vencido, apoyo la cabeza en el volante, alzo la vista para ver por última vez las luces de su despacho y arranco para partir hacia una nueva vida que no quería. Encendió la radio y oyó aquel bolero que hablaba de relojes y de horas, como en sueños empezó a tararearlo. ¿Quizás había llegado ya la suya? Si ella estuviera aquí…

Los recuerdos le hicieron sentiré joven, se imagino que la abrazaba bailando como cuando lo oyeron por primera vez, la deseaba como entonces. Cerró un momento los ojos y siguió bailando con ella por toda la eternidad.  

 

 

 

sábado, 28 de octubre de 2023

EL ACCIDENTE

 

EL ACCIDENTE

 

Sé que tuvimos un accidente de coche, que mi hermana murió y que a mí me llevaron al hospital. Todo esto aun siendo tan trágico no es lo que más me desasosiega estos días.

Unas horas antes de darme el alta suena mi teléfono y por poco se me cae de las manos cuando oigo la voz de mi hermana que me decía cosas intrascendentes, como las que hablábamos a diario, yo no sabía cómo decirle que esa conversación no era real, que ella estaba muerta.

A los pocos días de salir del hospital me dirigí al cementerio, a la tumba de mis padres donde también  estaría ella. Pensaba hacerme un selfie en el que saliéramos los nombres de la lapida y yo, mandárselo por whatsap al que añadiría un breve relato de lo que nos pasó.

Y mi sorpresa fue enorme al darme cuenta que mi nombre estaba en la lapida y yo no salía en la foto.

viernes, 27 de octubre de 2023

UN VIAJE SORPRENDENTE

 

UN VIAJE SORPRENDENTE

 

Luisa se había marchado a trabajar a París, soltera, libre y más joven que nosotras, había sido valiente y ya vivía allí  un año.

Nos comunicábamos por internet y los dientes de Carmen, Lucia y los míos propios arañaban el suelo de envidia cuando nos contaba sus andanzas por la Ciudad del Amor.

Carmen y Lucia eran divorciadas, pero yo, soltera y sin haber probado” La gracia de Dios” como decía mi madre, todo lo que contaba me parecían excesos.

Ese verano decidimos visitarla. Nos instalamos en su casa. Era una buena anfitriona. Por la tarde, cuando nos sentamos a tomar café, era como si no hubiera pasado el tiempo, contentas y felices de estar juntas.

Le dejamos bien claro, que nada de monumentos ni museos, algún paseo por el Sena todavía, pero nuestro propósito en este viaje era ver el Paris arrabalero, el marginal los barrios del Paris “canalla”.

La primera noche nos dijo que nos iba a sorprender con algo muy especial. Ella había ido con unos amigos hacia poco y nunca se hubiera podido imaginar aquel espectáculo.

La entrada era pequeña y unos escalones empinados conducían hasta un sótano donde estaba el  salón con una barra de bar en un extremo, poca luz y  al fondo sonaba un piano. Al ir acercándonos me sorprendió que el pianista estuviera de pie de espaldas al público. Tenía muy buena planta.

Nos quedamos unos poco desilusionados, las canciones, aunque tocadas con gran maestría, no eran nada del otro mundo. Además de vez en cuando se colaba en la melodía una nota discordante. Al comentárselo a Luisa, nos dijo con una sonrisa picara: Esperad que termine y se vuelva para saludar. Y eso hicimos, cada vez mas intrigadas.

Sonó un fuerte acorde final, un golpe y un grito. Luisa sorprendida dijo: si lo hace todas las noches, ¿que habrá pasado?

Lo que había pasado era sencillamente que  había bajado la tapa del piano, sin darse cuenta de que el “dedo” que daba la nota discordante, en ese momento estaba tocando un do sostenido y…y no pudo retirarlo a tiempo.

Lástima, ya no podrá presumir del pene más grande de la ciudad aunque se pillara “La puntita “nada más.

 

 

 

 

EL TREN DE LA VIDA. ESTE RELATO PARTICIPÓ EN EL CONCURSO DE LOS VEINTE AÑOS DE LA UNIVERSIDAD DE MAYORES.

 

EL TREN DE LA VIDA

Arrastraba la maleta por un andén vacío, ¿Volvería a cometer el mismo error? Había estado demasiado tiempo en la estación del sufrimiento, ahora buscaría la de la felicidad. Los trenes son como la vida, vamos montados en ella pasando por muchas estaciones: sufrimiento, amor, felicidad, desesperación… En algunas te quedas un tiempo pero siempre acabas subiendo al tren para seguir tu ruta hasta llegar a una vía muerta con tu maleta llena de vida y tú vacía.

Llegaron a un andén solitario y siguió así cuando reanudó la marcha. No era su estación de la felicidad, seguiría camino hasta encontrarla.

  

 

 

sábado, 21 de octubre de 2023

ACTOR O PERSONAJE

 

ACTOR O PERSONAJE

 

Y la luz se apago. El patio de butacas quedó en penumbra, un foco me iluminaba en el escenario, había empezado mi transformación a ese ser rastrero, odioso y depravado que iba a estar conmigo la hora y media siguiente.

No me costaba trabajo hacerlo, desde los primeros ensayos ahí estaban todos los matices de la maldad. Podía desarrollar  facetas que en la vida real me hubieran llevado a la cárcel, en el escenario disfrutaba con ello y me aplaudían.

Cuando acababa la función siempre me asaltaba una duda, ¿Era un magnifico actor o un monstruo como el personaje?

sábado, 14 de octubre de 2023

EL BARQUITO DE PAPEL

 

                                

                     

                BARQUITO DE PAPEL

SIN NOMBRE, SIN PATRÓN

Y SIN BANDERA

NAVEGANDO SIN TIMÓN

DONDE LA CORRIENTE QUIERA

 

 

 

 Lucía miraba a su alrededor intentando encontrar la causa de la tormenta que se había desatado en su cabeza, haría cosa de un año.

Antes de ese momento su vida era tranquila, rutinaria, ayudando a su padre a catalogar los libros antiguos que encontraban en las librerías y también cualquier objeto interesante que hubiera en los almacenes del rastro, al que visitaban puntualmente cada domingo.

Pero ahora allí estaba ella en su habitación preferida, el despacho de su padre, rodeada de todas las cosas que antes la habían hecho tan feliz.

Había miniaturas, cuadros, daguerrotipos, jarrones en apariencia orientales, pero sobre todo barcos, pequeños barquitos de madera, hechos con todo cariño y detalle por esos armadores aficionados  con muchos ratos libres.

Allí estaban los veleros con sus nombres y todo el velamen desplegado como si quisieran  que un fuerte soplo de viento los sacara de su urna de cristal.

También había pequeños barcos de pescadores, con pececillos plateados en el fondo de las redes.

Barcos  de vapor, que cruzaban los grandes ríos, juncos chinos, grandes vapores trasatlánticos.

En fin, una verdadera maravilla de colección.

Había sacrificado su vida por todo aquello, pero antes no le importaba, es mas disfrutaba con su trabajo sin pensar que ella también podía volar hacia esos países de donde provenían los objetos, o navegar en los hermanos mayores de esos veleros, sin rumbo, en plena libertad. Eso era lo que más le atraía, el mar, los espacios abiertos, no saber en qué puerto se encontraría mañana, no tener nada controlado, fuera rutinas y miedos.

Poco a poco, en este año transcurrido desde el ataque al corazón de su padre, se dio cuenta de que esos miedos, esas rutinas, no eran suyas. Ella deseaba volar, saber que había más allá y así empezar a descubrirse a encontrar su verdadera personalidad.

Esa tarde sentada en el sillón de su padre, le vino a la memoria una canción infantil que le cantaba su abuela, era un pequeño poema que decía así:

 

 

 

 

 

Con la mitad de un periódico

Hice un barco de papel

Y en la puerta de mi casa

Lo hice navegar muy bien

Mi hermana, con su abanico

Sopla y sopla sobre él

¡Muy buen viaje barquichuelo de papel!

Eso terminó de decidirla, sería como ese barquichuelo de papel, navegaría sin rumbo, libre para pensar, desear e intentar ser feliz. Sería verdaderamente ella.

LA FERIA

 

LA FERIA

 

Aquel pequeño pueblo tenía como todos en sus fiestas de verano una feria, que me atrajo como un imán cuando empecé a oír la música de los pasacalles despertando a los vecinos de la siesta. Era el pueblo de mis abuelos. Allí íbamos todos los veranos, y siempre he recordado esas vacaciones como las mejores de mi vida. Eran estupendas. El rio en el que te podías bañar, la vega fértil, el pan con queso y el agua fresca a la sombra de los parrales, el paseo en mulo para llegar a la finca en la sierra. Con todo disfrutaba pero nada como la feria.

Ese año, después de muchos ausentes, había vuelto solo. Hacía tiempo que me embargaba la nostalgia, necesitaba encontrar mi infancia perdida en los muchos caminos que no supe escoger en la vida .Y allí estaba, dispuesto a disfrutar de nuevo con los títeres, los magos,  la música bullanguera y sobre todo de los fuegos artificiales.

Esa cantidad de sensaciones hizo que viniera a mi memoria la última feria a la que fui con mi abuelo como todos los años. El tiraba de mi mano. No podíamos llegar otra vez tarde, mama lo había dejado bien claro, pero ese manto de luz y color, nos hacia caminar cada vez más despacio, esperando el siguiente cohete y haciendo apuestas sobre el color de la palmera que formaba al estallar, ¿sería verde, amarilla, blanca….? Me sentía seguro cogido de su mano, disfrutábamos de esa forma tan peculiar que solo se consigue cuando las dos infancias se juntan.

Me sentí feliz aquella noche. Caminaba otra vez de la mano de mi abuelo y mi vida cambiaria siguiendo sus atinados consejos que parecían olvidados en el fondo de mi memoria, debajo de capas y capas de rutina, monotonía, tristeza que habían hecho de mi vida un infierno en estos últimos años. Pensé que nunca hay que tirar la toalla, siempre hay algún recuerdo donde agarrarse para volver a caminar por aquellos senderos olvidados de la infancia.

 

martes, 10 de octubre de 2023

ILUSIONES

 

ILUSIONES

 

Nada más cerrar el libro mire al espejo, su imagen seguía estando allí aunque ella desapareció hace muchos años.

Ese espejo era el refugio de mi pena, a mis ojos seguía mostrándomela bella, altiva, a veces dominante, a veces cariñosa, insufrible o amorosa.

Desapareció de mi vida pero quedo su espejo y la imagen flotando en él. Hoy su rostro mostraba dureza, desapego, deseos de huir, como así hizo.

No me quería, yo la adoraba y los días en que el espejo me muestra su imagen odiosa, como hoy, lo vuelvo del revés y abro otra vez el libro.

MARÍA

 

A MARIA, MI NIETA

 

La noche era perfecta, uno de esos momentos en la vida que quisieras parar el tiempo porque te sientes en paz contigo y con todo lo que te rodea.

El escenario no se quedaba atrás, verano, un jardín, perfume de jazmines y de todas la benditas plantas que abren sus flores en esas noches mágicas para que nos demos cuenta  de la belleza que nos rodea.

Sentadas allí estaban dos mujeres, una mayor y otra muy joven, ambas deleitándose con el placer de la lectura.

Las cigarras aún rozaban sus alas para deshacerse del calor, el día había sido una dura prueba para animales, plantas y humanos.

Apagaron la luz para poder disfrutar de otra maravilla, ese cielo despejado lleno de luces formando dibujos que superaban cualquier imaginación.

Esa noche compensaría por todo el tiempo que tendrían que estar separadas, siempre la recordarían como una noche mágica, de confidencias, de acercamiento entre dos generaciones muy distantes, pero allí estaban disfrutando de la noche y del cariño que las unía.

Gracias por concederme esos momentos, María, cuando la vida se te ponga cuesta arriba, acuérdate de esa bendita noche en la que todo era paz.

 

 

 

sábado, 16 de septiembre de 2023

AUN ES DE DÍA

 

AUN ES DE DIA

 

Aun es de día. No he perdido la esperanza de que venga. ¡Lo he deseado tanto!,  pero no sé, me parece algo demasiado moderno para mi edad.

No podía dejar de pensar en él. Noches de insomnio, de dudas. ¿Qué dirían todos? ¿Dejaría de ser la señora respetable del 3º D? Lo que más me preocupaba era lo que opinarían mis hijos, yo que siempre había criticado esas modernidades ¿Estarían dispuestos a concederme el beneficio de la duda?

Cuando lo vi en casa de mi amiga Toñi, empezó el martirio. ¿Lo llamo, no lo llamo? Sé que hace un buen trabajo, mi amiga está encantada y además no cobra caro. ¡Qué las pensiones no están para caprichos! Pero estoy tan sola, un rato de compañía de vez en cuando me ayudara en este último escalón que estoy empezando a bajar.

Voy de nuevo a la ventana, no veo su coche, habíamos quedado para hoy, antes de que anocheciera. No es lo mismo ver salir de mi casa un hombre, ya anochecido, que verlo salir de día

Nada, que no viene. Se habrá ido a ver a otra que le paga más por su trabajo. Si al menos me hubiera llamado dando alguna escusa, lo perdonaría y podríamos quedar otro día. Pero ya estoy harta, otra vez me ha fallado. No aguanto más

Mañana mismo busco otro técnico para instalar la “ Guifi”.

¡¡¡QUIERO UN ORDENADOR YA!!!

 

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martes, 12 de septiembre de 2023

LAS DUDAS DEL HÉROE

 ESTE RELATO HA PARTICIPADO EN EL CONCURSO DE CARTAGINESES Y ROMANOS 2023

LAS DUDAS DEL HÉROE

 

Tenía que salir de la ciudad, demasiados consejos, demasiados amigos a favor y en contra, hasta su esposa  Himilce se había opuesto a la expedición para la conquista de Roma. Tenía muchas dudas, el héroe se sentía inseguro. Si ganaban sería un gran paso en la historia, pero una derrota supondría un duro revés para Cartago y su rendición sin condiciones.

Era el atardecer, la hora más bonita de esa ciudad que con buen criterio Asdrubal y Almircar habían pensado para capital de Iberia, le llamarían Qart Hadasht.

Sin darse cuenta sus pasos lo llevaron a la colina donde soldados vigilaban los corrales de los elefantes, caballos y demás animales preparados para la batalla. Acarició a uno de ellos ¿Serian capaces esos nobles animales de superar las murallas de tierra y roca, con nieves perpetuas, que eran las montañas de los Alpes?

Le habían comentado sus espías, mandados de avanzadilla, que en el deshielo, los mosquitos y otros insectos eran tan abundantes y agresivos que algunos hombres y no pocos animales se volvían locos tirándose por los precipicios.

Cogió una estera y cubriéndose con su manto, se recostó con la mirada fija en el cielo estrellado. Soñaba con estar ya de vuelta. Odiaba las montañas, pero por mar hubieran sido derrotados por la poderosa flota romana. Tenía que intentarlo, aunque le faltaran apoyos. Allí entre los animales se sentía tranquilo, confiaba en la victoria. No la quería para dominar territorios, cambiar sus costumbres, su modo de vida, hacerlos como ellos, no, ese no era su fin, ellos eran comerciantes y necesitaban otros pueblos amigos con los que intercambiar productos. Ese era el ideal de Cartago, pueblos libres, amigos, comerciando con ellos. Lo habían hecho en Iberia y había funcionado.

Se olía a cuero húmedo, cenizas y brasas, excrementos de animales olores conocidos, como el calor y la sed en las campañas.

A él le gustaba el mar, sentarse cerca, hacerle preguntas, pensar en la batalla, beber vino, zambullirse el él, olor a algas, balanceo del barco, amplitud sin fronteras.

Al contrario pensaba que las montañas eran cárceles altas y frías, paredes de calabozos y a su pesar allí se dirigía.

Se levantó y miró el mar, recordó la primera vez que vio la ciudad de Mastia, la bahía en forma de hoz con sus dos cabos en el mar, frente al extremo sur, aun dentro de sus aguas, se levantaba una gran isla, era un espectáculo maravilloso sobre todo los atardeceres, cuando el sol rojo teñía de sangre el mar. Harían pactos con sus pobladores, llegarían como amigos y como pensó Asdrúbal, sería la mejor capital cartaginesa en Iberia.

Recordaba su vida, se había educado en el campo de batalla acompañando a su padre Almircar desde los 9 años en la campaña de Iberia. Tenía 26 años cuando recibió el mando supremo del ejército cartaginés, al morir asesinado su tío Asdrubal y ahora uno de los más grandes estrategas que iba a tener  la historia, el único que podía ser capaz de vencer a los romanos, dudaba.

Recordaba los juegos de guerra con su hermano Asdrubal, dos años mayor que él, lo recordaba  simpático, tranquilo, casi soñador. El, al contrario, era pura energía, sus ojos oscuros brillaban al lanzarse sobre sus estatuillas de madera, soldaditos de colores con armas y equipo. Tenían también elefantes de guerra con torrecillas para los arqueros y agujas que hacían de lanzas debajo de los colmillos. Sus estrategias siempre daban resultado. Cuando se paraba a pensar, mordiéndose el labio inferior, sus amigos daban por perdida la batalla antes de librarse.

El viento nocturno lo devolvió a la realidad trayéndole de la ciudad un torrente de olores, ajo, asado, vino, olores familiares, olores de paz y pensó en Himilce, su querida esposa, bella, dulce, inteligente. Fue la suya una historia de guerra, diplomacia y amor por ese orden.

Todo empezó con la muerte de Asdrúbal, los cartagineses tenían un pacto de no agresión con los lideres ibéricos, pero al asumir Aníbal el mando pensaron que quizás no continuaría con el tratado y pidieron protección al rey de Cástulo, Himílce era su  hija y acepto desposarse con él para hacer firme los pactos con todos y cada uno de los lideres ibéricos.

Se evitó la guerra, gano la diplomacia y cosa rara en estos tratos, ganó también el amor. Se amaban mucho más de lo que ellos mismos pensaban. De los negros ojos de Anibal salía fuego cuando la tenía cerca y ella lo adoraba, era su héroe, cariñoso, amable, tierno. Todo lo contrario de la idea que se había formado del famoso estratega cartaginés, le suplicó acompañarlo en la campaña contra Roma, porque el mundo no tenía sentido sin él, sin esas noches de descanso, conversaciones en voz queda y amor.

Volvieron a su mente los negros pensamientos. Tenían un hijo, si era derrotado los romanos venderían  como esclavos a las dos personas que más quería  o los llevarían a Roma para mostrarlos como trofeos en sus grandes desfiles de la Victoria.

Recordó la promesa que le hizo su amigo Antígono de embarcarlos hacia Cartago si le llegaban noticias adversas de la campaña.  Le dolía el alma pensando dejar a la mujer, al hijo, y a Qarthadasht tan desprotegidos, Magón era un buen estratega pero ¿Estaría a la altura del enemigo que había demostrado ser hábil y astuto en muchas ocasiones?

Dejaba pocos hombres solo 1000 soldados y 2000 civiles armados. Confiaba en las murallas altas, duras, majestuosas, inexpugnables por mar. Eso lo tranquilizaba.

Saldrían al amanecer, todo estaba preparado, habían sido muchos meses concertando alianzas, buscando rutas seguras, no era el momento de desfallecer.

Se había cerrado la noche, volvía despacio a la ciudad, un viento del sur  le traía recuerdos de su amada Cartago y susurraba en sus oídos: VICTORIA.

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 7 de septiembre de 2023

LA TERRAZA DE VERANO

 

LA TERRAZA DE VERANO

Se oía una música agradable y pegadiza en la terraza donde quedábamos los veranos para continuar con lo que nosotros llamábamos “una relación intermitente”.

Había quedado con él para cenar y pasar juntos nuestro mes de vacaciones como llevábamos haciendo ya varios años, pero llegué bastante antes. Me gustaba disfrutar sola del ambiente bullanguero de los jóvenes, de esos farolillos que colgaban de los toldos movidos por la brisa y de ese sol rojizo que parecía destilar sangre sobre el mar, hasta que éste, enojado por la osadía, se lo tragaba poco a poco.

El olor a sal era tan intenso que apagaba incluso el de los espetones de sardinas que se hacían a fuego lento en la arena. En ese atardecer mágico la vida bullía a mí alrededor y por primera vez sentía que pertenecía a ella.

Todo estaba igual, sólo yo había cambiado, la enfermedad me hizo cambiar, me di cuenta de lo grande que era mi soledad ya no me satisfacían esos amores intermitentes,  lo necesitaba a mi lado. Había comprendido que la libertad que tanto ansié podía ser también una libertad compartida, cediendo unas veces y ganando otras,  pero siempre juntos. ¡Cómo había podido estar tan ciega!

En aquellos meses horribles me di cuenta de lo grande que era mi amor por él, tanto, que me dolía más su ausencia en el paso lento de los días, que la  propia enfermedad.

Hoy le diría que sí, que tenía razón, que debíamos vivir juntos,  que había sido una loca por no escuchar sus ruegos con los que intentaba convencerme cada verano, de lo maravilloso que sería amanecer abrazados todas las mañanas del año y no solamente la triste limosna de un mes.

 El tiempo pasó sin darme cuenta. Estaba nerviosa. Se encendieron los farolillos de colores en  los toldos, cambió la música, se hizo más lenta y yo esperaba….

Fueron llegando parejas haciéndose arrumacos ¡Qué envidia me daban! Se incorporaban a la música con un abrazo que quería ser un baile, pero que en realidad era, o a mí me lo parecía, dejarse llevar por la vida en brazos del otro. Esta noche también yo bailaría así, meciéndome con la música y las olas hasta el final.

¡Qué tonta había sido!

Acabó la música, la gente se fue yendo. Me asustó el sonido de los camareros recogiendo las sillas. En mi desconsuelo alcé los ojos hacia una estrella grande y brillante para que no vieran mis lágrimas.

ÉL NO VINO.

domingo, 3 de septiembre de 2023

LA LLUVIA Y EL JARDÍN

 

LA LLUVIA Y EL JARDÍN

 

He desayunado en el porche que hay en el jardín. Esta madrugada ha llovido, el cielo esta gris, el sol que se ha enseñoreado durante todo el verano haciéndonos algunos días casi imposibles no está, pero se resiste a desaparecer detrás de las nubes y forma un círculo de luz cada vez más brillante. Pienso que acabara rompiendo sus ataduras y asomando en todo su esplendor como diciendo, aun es verano, ¿Qué os creéis humanos? No me he ido, ni tampoco bajo el termostato. También os quejáis cuando no caliento demasiado, cada estación tiene su aquel, protesta el Sol intentando abrirse paso, pero no puede controlar unas ráfagas de viento de levante que a su pesar hacen más agradable la estancia en el jardín

El jardín ¿Qué podría deciros  de él, después de la lluvia huele a tierra virgen, las hojas están limpias, tiene que haber llovido con fuerza suficiente para arrastrar el polvo acumulado durante meses sin lluvia.

Están abriendo las flores de los hibiscos, no necesitan aroma, la naturaleza les ha dotado de tanta belleza que ella sola es suficiente para atraer a los insectos y también a los humanos que se maravillan ante esa explosión de colores.

Aun no se han ido los olores de la noche, el Jazminero y la Diamela tienen bailando con la brisa sus estrellas y desprendiendo su aroma dulzón regalo de oriente haciendo mágicas las noches de verano.

Hay otra planta que compite con ellas, su olor es poderosamente embriagador, me refiero a la Dama de noche, pero las flores están ya cerradas, preparando sus pequeños cálices para la próxima apertura y creando nuevos manojitos que salen del mismo tallo. Son florecillas muy pequeñas que te pueden llenar de olor toda una terraza. Maravillas de la naturaleza.

Gracias por dejarme vivir esta mañana que despierta todos mis sentidos.

¡Ah! Se me olvidaba, anoche oí cantar a un grillo, quedan pocos, su canto me alegró el corazón, otro año más estamos aquí el grillo y yo.

 

lunes, 21 de agosto de 2023

LA CAJA OSCURA

 

LA CAJA OSCURA  

 

¿Dónde estoy? ¿Que me ha pasado? Toco las paredes y están muy cerca, apenas entra luz por unas rendijas del techo. Estoy prisionero dentro de una caja oscura. Tengo mucho miedo. Grito y las paredes me lo devuelven aumentado por el eco. Tengo frío, estoy temblando.

Recuerdo una casa de campo, niños jugando. Alguien me llama, es una señora mayor  en una mecedora de mimbre balanceándose. Ese movimiento me aturde, me marea, el cielo esta gris y los arboles tiene las hojas rotas, caídas. Intento llegar a su lado pero no puedo, hace mucho viento, algo me impide avanzar. La señora sonríe y me hace señas para que me acerque, pero no puedo.

Los niños bajan de los columpios y se dirigen hacia mí, pero ellos tampoco pueden llegar, todo se realiza un segundo antes, no llega a ser una marcha atrás es quietud, no avanzar.

Solo la señora sonriente  levantándose de la mecedora se dirige a mí y me rodea dando saltitos y canturreando una canción infantil, a ella se le unen también los niños. Se han soltado de sus ataduras pero yo no puedo moverme.

¡Quiero huir! ¡Yo no los mate! Fue el otro, el que está en la caja oscura de mi mente. Es muy poderoso me domina. Este es el castigo por sus crímenes, estar en una caja dentro de otra caja y yo inocente, condenado a seguirle.

 

 

 

viernes, 18 de agosto de 2023

ENCRUCIJADAS

 

ENCRUCIJADAS

 

¿Armario o cornisa? ¿Deportivos o tacones? Rubia o morena? Mi vida era una completa duda, siempre una palabra llevaba otra al lado, complementaria, opuesta, eso daba igual, eran dos caminos y solo podía coger uno. Me decidí por la cornisa, al colgar la soga en la barra del armario vi que mi deseo era imposible, resultaba demasiado baja y de pronto otra imagen doble ¿Salto de cabeza o de pies?

LA CHICA DE LA FOTO

 

LA CHICA DE LA FOTO       

 

La chica de la foto dicen que soy yo, sentada detrás de unos cristales con un paisaje verde al otro lado. Está escribiendo, pero sobre ¿ qué’? me viene a la memoria algo verde, rasposo, pero mi memoria es tan frágil, que poco a poco camino de la mano del olvido.

Dicen que he sido escritora famosa, que tuve amores felices y también días de llanto.  Por las  tardes, me entretengo viendo fotos pero no veo dentro de mi otra vida que no sea esta de anciana sentada en un sillón mirando el cristal de una ventana. Todo pasa al otro lado, como la foto que he escogido al azar esta tarde.

Mi amiga me ha dicho que al verla, por un momento, ha habido una chispa de vida en mis ojos. No creo que fueran los recuerdos sino la barrera de cristal que frena mis impulsos, mis ansias de libertad, de ser yo, yo misma, no la prolongación de nadie. Si es que esa joven escritora he sido yo. Creo que esos son los pensamientos que han rodeado mi vida, seguramente he intentado abrir puertas, saltar barreras, Si eso ha sido así, no tengo  ningún recuerdo de haberlo conseguido.

Me hundo en la desesperación intentando encontrar en mi mente, que ya no es mía, la respuesta a esta pregunta: ¿He conseguido alguno de mis muchos sueños?

Se van cerrando las puertas y me queda solo la imagen de una anciana detrás de un cristal como ultima barrera.

 

 

 

campanillas azules

 

CAMPANILLAS AZULES

Aquella escapada de fin de semana prometía. Nos íbamos a encontrar en un hostal de montaña. Cada vez en un sitio distinto para no despertar sospechas. Llegué un día antes para saborear intensamente la espera y hacer con la imaginación un poco más largo el tiempo que íbamos a estar juntos.

La tarde estaba despejada, la montaña me atraía. Cogí mi equipo y salí a disfrutar de la naturaleza. No hice caso de las palabras del conserje: se está formando una tormenta, dijo. Pensé que una tarde leyendo y haciendo gasto en el bar era más atractiva para él.

El sendero discurría entre pinos y árboles centenarios y subía como una cinta blanca rodeando la montaña. Varias veces paré a descansar admirando el paisaje y sintiéndome poderosa. Allí arriba mi vida no era un caos. Había belleza, paz y, sobre todo, un silencio que permitía oír la voz interior a menudo silenciada por el ritmo frenético de la ciudad y que me decía lo que no quería escuchar, que esa relación no conducía a ningún sitio. Allí lo vi claro, en mi interior estaba decidida a romper. Ésta sería nuestra última escapada.

Seguí subiendo. Quería volver rendida para que el sueño no me fuera esquivo como tantas noches y me aceptara aunque fuera acunándome con unas “bonitas” pesadillas.

Ya cerca del nacimiento del río empezaron a caer las primeras gotas. La tormenta fue arreciando, el viento y la lluvia no me dejaban ver mas allá de donde alcanzaban mis pies. Como siempre, no había hecho caso de los buenos consejos y me había metido de cabeza en un problema.

Pensar en la vuelta era imposible. El estrecho camino se había convertido en una torrentera por la que rodaban piedras pequeñas, hojas y ramas que el viento enfurecido arrancaba de los arboles más débiles.

Seguí avanzando y casi tropiezo con una cabaña de madera en bastante mal estado pero que, en esas circunstancias, representaba mi salvación. Con mucho esfuerzo y varios empujones conseguí abrir la puerta por la que salieron volando algunos pájaros grandes, o lo que fueran. No estaba en condiciones de escoger, tampoco me paré a pensar si quedarían más dentro. La cabaña era mi única opción.

Cuando encendí la linterna llamó mi atención un armario bastante bien conservado, comparándolo con la destrucción que había a su alrededor.

Me instalé lo mejor que pude. Llevaba comida y agua en el equipo, entre mis pocas virtudes se encuentra ser bastante previsora. Antes de meterme en el saco para pasar la noche, quise ver el contenido de ese armario. Me sorprendió mucho ver libros, todas las lejas llenas de ellos, algunos ya amarillentos que habrían sido transportados allí para hacer compañía a otros más jóvenes. Era una buena forma de pasar las tormentas.

Cogí uno al azar y me dispuse a disfrutar de él y del gran bocadillo que me habían preparado en el hostal, dispuesta a que la noche no fuera un rosario de reproches contra mi mala cabeza y mis locuras haciendo las cosas sin pensar.

El libro me interesó desde el principio. Trataba de amores antiguos y prohibidos. Tenía curiosidad por saber cómo lo solucionaba el autor. Al pasar una de las hojas encontré dos campanillas azules, secas, muy juntas y casi pegadas al papel. En esa página se narraba un amor desesperado, incontrolable, apasionado, como yo nunca había sentido. ¿Por qué el lector las puso allí?  La volví a leer pero solo encontré en ella tristeza, soledad, amargura…, todos los adjetivos que para mí no encajan  en la palabra Amor.

No pude evitar que empezaran los remordimientos. ¿Y si él me quería hasta ese extremo? Siempre era yo la que no quería hacer oficial nuestra relación escudándome en no perder mí libertad.

Habría llegado esa noche al hostal y yo no estaría allí esperándole con un gran abrazo. Ese fin de semana había dejado a su familia por mí y no me encontraría. Un reproche tras otro hicieron en mi alma una montaña tan grande como la que me separaba de él.

Esa noche el sueño me castigó negándose a dormir conmigo y ni siquiera fue capaz de “regalarme” una de sus horribles pesadillas.

De madrugada mis sentimientos habían cambiado por completo, o eso creía yo. Mi idea de dejarlo me parecía monstruosa. Me convencí de que le amaba y, como él siempre decía, podíamos ser muy felices juntos. Perder mi libertad ya me daba igual.

Muy de mañana empecé el camino de vuelta. El sol salía majestuoso por detrás de las montañas. El paisaje, limpio después de la lluvia, olía a tierra virgen. Pero yo no apreciaba esa belleza, corría montaña abajo para pedirle perdón y decirle que tenía razón, que no nos separaríamos más.

Llegué casi exhausta. Al preguntar en recepción por él solo me dieron un sobre a mi nombre. Lo abrí con manos temblorosas. Pensé que no había podido venir y me enviaba una carta de amor y de excusa. ¡Qué equivocada estaba! Escuetamente decía: “Tienes razón, siempre la tuviste. Tu libertad es antes que nuestro amor y yo me debo a mi familia. No volveremos a vernos, nos vamos del país, me han ofrecido un buen trabajo y es el momento de soltar lastre y avanzar”.

Yo era la que llegué decidida a cortar con él y me hizo cambiar de opinión la magia de la montaña y las campanillas azules. Iba a ofrecerle desesperada mi amor, sin saber que era solo un lastre.

EL ATARDECER

 

UN ATARDECER

 

Había sido su héroe, toda la vida juntos, él la protegía impedía que los problemas la agobiasen, ella lo veía grande, fuerte, inteligente y con un humor especial rayando en la ironía. Lo había abandonado todo por él, amigos, familia y después de tanto tiempo cuando se le acercaba sentía el mismo cosquilleo en la espalda que al principio.

Pero los años de convivencia destruyen al héroe más fuerte. Él se quejaba a veces: No me puedes tener en un pedestal, le decía, tengo fallos que tú no quieres ver, soy humano, el día que despiertes y me veas como soy, caeré de ese sitio al que me has subido y donde me encuentro incomodo no siendo yo mismo.

Esto recordaba ella  cuando lo veía arrastrar los pies por el pasillo de la casa, vencido por los años y los achaques pero aun con esa expresión en los ojos que le hacía temblar y volver  a los tiempos de su  juventud.

Se dio cuenta entonces  de cuanto lo había querido, no solo al ideal  creado sino  a sus dudas, fracasos y errores porque todo eso también formaba parte de él y pensó que el destino final de todos los héroes es el mismo, deshacerse en la nada, ese es el final de la novela de la vida, pero lo que importa son las páginas de esa novela. Se detuvo un instante para volverla a leer, estaba llena de amor, detalles que le estremecían el alma y entonces  por primera vez vio, mezclado con ellos, la parte negativa de su héroe, luces y sombras como todos tenemos y que  en su empeño por quitar las sombras solo había querido a la mitad de ese hombre maravilloso.

Cuando llegó hasta ella arrastrando los pies, lo abrazó como nunca y el beso interminable fue para el hombre completo.

Él quedo sorprendido y sonrió, dándose cuenta de que, aunque tarde, ella había descubierto lo que deseaba después de tantos años, que amara también sus fallos.

Ya podía mostrarse como era y disfrutarían el tiempo que les quedara siendo ellos mismos.