sábado, 28 de octubre de 2023

EL ACCIDENTE

 

EL ACCIDENTE

 

Sé que tuvimos un accidente de coche, que mi hermana murió y que a mí me llevaron al hospital. Todo esto aun siendo tan trágico no es lo que más me desasosiega estos días.

Unas horas antes de darme el alta suena mi teléfono y por poco se me cae de las manos cuando oigo la voz de mi hermana que me decía cosas intrascendentes, como las que hablábamos a diario, yo no sabía cómo decirle que esa conversación no era real, que ella estaba muerta.

A los pocos días de salir del hospital me dirigí al cementerio, a la tumba de mis padres donde también  estaría ella. Pensaba hacerme un selfie en el que saliéramos los nombres de la lapida y yo, mandárselo por whatsap al que añadiría un breve relato de lo que nos pasó.

Y mi sorpresa fue enorme al darme cuenta que mi nombre estaba en la lapida y yo no salía en la foto.

viernes, 27 de octubre de 2023

UN VIAJE SORPRENDENTE

 

UN VIAJE SORPRENDENTE

 

Luisa se había marchado a trabajar a París, soltera, libre y más joven que nosotras, había sido valiente y ya vivía allí  un año.

Nos comunicábamos por internet y los dientes de Carmen, Lucia y los míos propios arañaban el suelo de envidia cuando nos contaba sus andanzas por la Ciudad del Amor.

Carmen y Lucia eran divorciadas, pero yo, soltera y sin haber probado” La gracia de Dios” como decía mi madre, todo lo que contaba me parecían excesos.

Ese verano decidimos visitarla. Nos instalamos en su casa. Era una buena anfitriona. Por la tarde, cuando nos sentamos a tomar café, era como si no hubiera pasado el tiempo, contentas y felices de estar juntas.

Le dejamos bien claro, que nada de monumentos ni museos, algún paseo por el Sena todavía, pero nuestro propósito en este viaje era ver el Paris arrabalero, el marginal los barrios del Paris “canalla”.

La primera noche nos dijo que nos iba a sorprender con algo muy especial. Ella había ido con unos amigos hacia poco y nunca se hubiera podido imaginar aquel espectáculo.

La entrada era pequeña y unos escalones empinados conducían hasta un sótano donde estaba el  salón con una barra de bar en un extremo, poca luz y  al fondo sonaba un piano. Al ir acercándonos me sorprendió que el pianista estuviera de pie de espaldas al público. Tenía muy buena planta.

Nos quedamos unos poco desilusionados, las canciones, aunque tocadas con gran maestría, no eran nada del otro mundo. Además de vez en cuando se colaba en la melodía una nota discordante. Al comentárselo a Luisa, nos dijo con una sonrisa picara: Esperad que termine y se vuelva para saludar. Y eso hicimos, cada vez mas intrigadas.

Sonó un fuerte acorde final, un golpe y un grito. Luisa sorprendida dijo: si lo hace todas las noches, ¿que habrá pasado?

Lo que había pasado era sencillamente que  había bajado la tapa del piano, sin darse cuenta de que el “dedo” que daba la nota discordante, en ese momento estaba tocando un do sostenido y…y no pudo retirarlo a tiempo.

Lástima, ya no podrá presumir del pene más grande de la ciudad aunque se pillara “La puntita “nada más.

 

 

 

 

EL TREN DE LA VIDA. ESTE RELATO PARTICIPÓ EN EL CONCURSO DE LOS VEINTE AÑOS DE LA UNIVERSIDAD DE MAYORES.

 

EL TREN DE LA VIDA

Arrastraba la maleta por un andén vacío, ¿Volvería a cometer el mismo error? Había estado demasiado tiempo en la estación del sufrimiento, ahora buscaría la de la felicidad. Los trenes son como la vida, vamos montados en ella pasando por muchas estaciones: sufrimiento, amor, felicidad, desesperación… En algunas te quedas un tiempo pero siempre acabas subiendo al tren para seguir tu ruta hasta llegar a una vía muerta con tu maleta llena de vida y tú vacía.

Llegaron a un andén solitario y siguió así cuando reanudó la marcha. No era su estación de la felicidad, seguiría camino hasta encontrarla.

  

 

 

sábado, 21 de octubre de 2023

ACTOR O PERSONAJE

 

ACTOR O PERSONAJE

 

Y la luz se apago. El patio de butacas quedó en penumbra, un foco me iluminaba en el escenario, había empezado mi transformación a ese ser rastrero, odioso y depravado que iba a estar conmigo la hora y media siguiente.

No me costaba trabajo hacerlo, desde los primeros ensayos ahí estaban todos los matices de la maldad. Podía desarrollar  facetas que en la vida real me hubieran llevado a la cárcel, en el escenario disfrutaba con ello y me aplaudían.

Cuando acababa la función siempre me asaltaba una duda, ¿Era un magnifico actor o un monstruo como el personaje?

sábado, 14 de octubre de 2023

EL BARQUITO DE PAPEL

 

                                

                     

                BARQUITO DE PAPEL

SIN NOMBRE, SIN PATRÓN

Y SIN BANDERA

NAVEGANDO SIN TIMÓN

DONDE LA CORRIENTE QUIERA

 

 

 

 Lucía miraba a su alrededor intentando encontrar la causa de la tormenta que se había desatado en su cabeza, haría cosa de un año.

Antes de ese momento su vida era tranquila, rutinaria, ayudando a su padre a catalogar los libros antiguos que encontraban en las librerías y también cualquier objeto interesante que hubiera en los almacenes del rastro, al que visitaban puntualmente cada domingo.

Pero ahora allí estaba ella en su habitación preferida, el despacho de su padre, rodeada de todas las cosas que antes la habían hecho tan feliz.

Había miniaturas, cuadros, daguerrotipos, jarrones en apariencia orientales, pero sobre todo barcos, pequeños barquitos de madera, hechos con todo cariño y detalle por esos armadores aficionados  con muchos ratos libres.

Allí estaban los veleros con sus nombres y todo el velamen desplegado como si quisieran  que un fuerte soplo de viento los sacara de su urna de cristal.

También había pequeños barcos de pescadores, con pececillos plateados en el fondo de las redes.

Barcos  de vapor, que cruzaban los grandes ríos, juncos chinos, grandes vapores trasatlánticos.

En fin, una verdadera maravilla de colección.

Había sacrificado su vida por todo aquello, pero antes no le importaba, es mas disfrutaba con su trabajo sin pensar que ella también podía volar hacia esos países de donde provenían los objetos, o navegar en los hermanos mayores de esos veleros, sin rumbo, en plena libertad. Eso era lo que más le atraía, el mar, los espacios abiertos, no saber en qué puerto se encontraría mañana, no tener nada controlado, fuera rutinas y miedos.

Poco a poco, en este año transcurrido desde el ataque al corazón de su padre, se dio cuenta de que esos miedos, esas rutinas, no eran suyas. Ella deseaba volar, saber que había más allá y así empezar a descubrirse a encontrar su verdadera personalidad.

Esa tarde sentada en el sillón de su padre, le vino a la memoria una canción infantil que le cantaba su abuela, era un pequeño poema que decía así:

 

 

 

 

 

Con la mitad de un periódico

Hice un barco de papel

Y en la puerta de mi casa

Lo hice navegar muy bien

Mi hermana, con su abanico

Sopla y sopla sobre él

¡Muy buen viaje barquichuelo de papel!

Eso terminó de decidirla, sería como ese barquichuelo de papel, navegaría sin rumbo, libre para pensar, desear e intentar ser feliz. Sería verdaderamente ella.

LA FERIA

 

LA FERIA

 

Aquel pequeño pueblo tenía como todos en sus fiestas de verano una feria, que me atrajo como un imán cuando empecé a oír la música de los pasacalles despertando a los vecinos de la siesta. Era el pueblo de mis abuelos. Allí íbamos todos los veranos, y siempre he recordado esas vacaciones como las mejores de mi vida. Eran estupendas. El rio en el que te podías bañar, la vega fértil, el pan con queso y el agua fresca a la sombra de los parrales, el paseo en mulo para llegar a la finca en la sierra. Con todo disfrutaba pero nada como la feria.

Ese año, después de muchos ausentes, había vuelto solo. Hacía tiempo que me embargaba la nostalgia, necesitaba encontrar mi infancia perdida en los muchos caminos que no supe escoger en la vida .Y allí estaba, dispuesto a disfrutar de nuevo con los títeres, los magos,  la música bullanguera y sobre todo de los fuegos artificiales.

Esa cantidad de sensaciones hizo que viniera a mi memoria la última feria a la que fui con mi abuelo como todos los años. El tiraba de mi mano. No podíamos llegar otra vez tarde, mama lo había dejado bien claro, pero ese manto de luz y color, nos hacia caminar cada vez más despacio, esperando el siguiente cohete y haciendo apuestas sobre el color de la palmera que formaba al estallar, ¿sería verde, amarilla, blanca….? Me sentía seguro cogido de su mano, disfrutábamos de esa forma tan peculiar que solo se consigue cuando las dos infancias se juntan.

Me sentí feliz aquella noche. Caminaba otra vez de la mano de mi abuelo y mi vida cambiaria siguiendo sus atinados consejos que parecían olvidados en el fondo de mi memoria, debajo de capas y capas de rutina, monotonía, tristeza que habían hecho de mi vida un infierno en estos últimos años. Pensé que nunca hay que tirar la toalla, siempre hay algún recuerdo donde agarrarse para volver a caminar por aquellos senderos olvidados de la infancia.

 

martes, 10 de octubre de 2023

ILUSIONES

 

ILUSIONES

 

Nada más cerrar el libro mire al espejo, su imagen seguía estando allí aunque ella desapareció hace muchos años.

Ese espejo era el refugio de mi pena, a mis ojos seguía mostrándomela bella, altiva, a veces dominante, a veces cariñosa, insufrible o amorosa.

Desapareció de mi vida pero quedo su espejo y la imagen flotando en él. Hoy su rostro mostraba dureza, desapego, deseos de huir, como así hizo.

No me quería, yo la adoraba y los días en que el espejo me muestra su imagen odiosa, como hoy, lo vuelvo del revés y abro otra vez el libro.

MARÍA

 

A MARIA, MI NIETA

 

La noche era perfecta, uno de esos momentos en la vida que quisieras parar el tiempo porque te sientes en paz contigo y con todo lo que te rodea.

El escenario no se quedaba atrás, verano, un jardín, perfume de jazmines y de todas la benditas plantas que abren sus flores en esas noches mágicas para que nos demos cuenta  de la belleza que nos rodea.

Sentadas allí estaban dos mujeres, una mayor y otra muy joven, ambas deleitándose con el placer de la lectura.

Las cigarras aún rozaban sus alas para deshacerse del calor, el día había sido una dura prueba para animales, plantas y humanos.

Apagaron la luz para poder disfrutar de otra maravilla, ese cielo despejado lleno de luces formando dibujos que superaban cualquier imaginación.

Esa noche compensaría por todo el tiempo que tendrían que estar separadas, siempre la recordarían como una noche mágica, de confidencias, de acercamiento entre dos generaciones muy distantes, pero allí estaban disfrutando de la noche y del cariño que las unía.

Gracias por concederme esos momentos, María, cuando la vida se te ponga cuesta arriba, acuérdate de esa bendita noche en la que todo era paz.