Adaptación de un relato incluido en mi libro "Meciéndose con las olas" publicado en 2017
EN UN
LUGAR DE…
En un
lugar de mi memoria he ido guardando los recuerdos acumulados a lo largo de la vida y los he
clasificado como se podrían ordenar los libros de una biblioteca: Infantiles,
adolescentes, de aventuras, de guerra, de intriga, recuerdos negros como la más negra de las novelas, históricos,
pues mis años cumplidos son historia en primera persona y así se podría
seguir mucho mas pues todos los
recuerdos se pueden identificar con algún tipo de novela.
Cada
uno de ellos tiene un rincón en mi memoria, pero el que ocupa un lugar
preferente con más espacio son los
recuerdos de amor, cariño y comprensión. Estos han sido una constante en mi
vida desde mi infancia, mi familia, mis padres me rodearon con ellos formando una barrera en
la que chocaban sin llegar a tocarme las penurias y carestías de la España gris
de la posguerra en la que se desarrollo mi infancia.
A las
personas que han pasado a formar parte de mis recuerdos, les he borrado lo
negativo que pudieran haber tenido y solo guardo el cariño que me dieron y el
que yo devolvía sin saber que todo tiene un precio y que nada es perdurable.
Algunas
veces los recuerdos se pueden cambiar de lugar, pues al adaptarlos a la
realidad del presente los sacas del contexto en el que ocurrieron con todos los
efectos colaterales que el paso del tiempo conlleva
Como
dice el poeta “LA BELLEZA TAMBIEN SUBSISTE EN EL RECUERDO”, yo los tengo todos
clasificados y almacenados. Pero casi nunca voy a la estantería de los que me
hacen sufrir porque creo que la vida es tan corta que en la biblioteca de mi
memoria solo quiero almacenar buenos recuerdos.