EL
VACÍO
Estoy
sentada en mi escritorio delante de una hoja de papel en blanco, no sé qué hago
aquí. Dicen que soy escritora de novelas famosas ¡Quién lo diría! Viéndome
delante de este papel paralizada. Para intentar hacer desaparecer la angustia
que me invade he cambiado de sitio, delante de la ventana veo la calle, gente
con prisas, coches, pero mi mente sigue vacía, mas blanca que el folio que miro
sin saber que hace ahí. Es una sensación
terrible no poder encontrar nada para expresar, mi mente se ha cerrado con
siete candados y no tengo la llave más que de uno o dos, ¿que pasara cuando las
haya perdido todas? Solo entiendo algunas cosas que veo pero ninguna idea
original quiere recorrer el pequeño camino que hay hasta mis dedos.
Al lado
tengo otro folio con un número y una palabra: NADA. No sé lo que significa, ni
si lo escribí yo y tengo miedo porque refleja exactamente lo que soy ahora y lo
que siento: Nada, vacío, silencio, frustración, es como si todo mi ser se
estuviera deshaciendo y solo quedara el envoltorio con el que estoy hecha.
Muy bien descrita la sensación de parálisis creativa de la protagonista del relato. El desasosiego es aún mayor porque se intuye que no se trata de un estado pasajero sino algo que, poco a poco, irá empeorando. .
ResponderEliminarMe encanta este relato. Tanto en lo que significa el vacío a la hora de crear, como el que se produce conforme el tiempo nos va arrebatando todo lo que teníamos
ResponderEliminarMe siento identificada con el personaje en éste relato. Pero hay que seguir intentando lo, y como decía aquel, la inspiración tiene que encontrarte preparado/a.
ResponderEliminarLas musas a veces nos abandonan irremediablemente. Pero siempre vuelven. Te lo digo yo.
ResponderEliminar