viernes, 24 de enero de 2025

MENTES ESTRECHAS

 

MENTES ESTRECHAS

 

Desde entonces, no encontramos mano de obra. Todo empezó al querer arreglar la casa de mi abuela,  me dio su consentimiento, así estaría distraída hablando con los obreros, pero eso no era buena idea.

El primer día discurrió con normalidad, ella se dejo ver poco, pero fue tomando confianza y a la semana se presento donde estaban trabajando vestida con sus mejores galas, toda de blanco y la piel un poco amarillenta por los años.

Algunos obreros se desmayaron, otros salieron corriendo propagando el bulo del fantasma.

Tampoco era para tanto, no creo que haya otro espectro más cuidadoso con su vestuario y su lenguaje.

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