EL
ESPEJO DE ALICIA
He
atravesado el espejo, he intentado saber qué había detrás de esa mujer
taciturna con tristeza en los ojos y sonrisa en los labios. Detrás de ese
rostro no hay nada, solo vacio, sueños sin cumplir y frustración.
Hoy he
tirado la toalla, le sonrío y me sonríe, ella sabe porqué lo hago, quiero ver a
la joven que con una sonrisa cautivaba el mundo, pero solo me devuelve una fría
mueca.
Pienso
que no es para tanto. En mi vida también ha habido momentos buenos pero, ¿Por
qué no me acuerdo de ellos? ¿Es que tengo un Alzheimer selectivo?
La
odio, me devuelve la imagen de cómo soy y no quiero verla pero siempre la tengo
delante y busco en ella esa arruga nueva, la disimulada cana, el rictus amargo
que se le hace alrededor de la boca por la incipiente flacidez de los músculos.
Pienso que tengo que cambiar el gesto, más alegre (hacia arriba) o más tristeza
(hacia abajo). Me paso horas mirándola. Después del accidente que me tiene
postrada en cama ella es mi única compañía en la que descargo todo mi mal humor
y mi amargura.
El
espejo es grande y esta delante de una ventana. Hoy lo intentare, intentare
pasar a través del espejo llevándomelo conmigo, para que en el suelo de la
calle encuentren las dos sonrisas.
El sufrimiento es duro y el sufrimiento sin sentido mucho más. Pero la vida es un regalo único y ponerle fin no es la solución. No vale aquello de "muerto el perro se acabó la rabia" :-)
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