EL TREN DE LA VIDA
Arrastraba la maleta por un andén vacío,
¿Volvería a cometer el mismo error? Había estado demasiado tiempo en la
estación del sufrimiento, ahora buscaría la de la felicidad. Los trenes son
como la vida, vamos montados en ella pasando por muchas estaciones:
sufrimiento, amor, felicidad, desesperación… En algunas te quedas un tiempo
pero siempre acabas subiendo al tren para seguir tu ruta hasta llegar a una vía
muerta con tu maleta llena de vida y tú vacía.
Llegaron a un andén solitario y siguió así
cuando reanudó la marcha. No era su estación de la felicidad, seguiría camino
hasta encontrarla.
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