UN
ENTORNO PARA LA POESÍA
Puede
no haber poetas, pero siempre habrá poesía. (Gustavo Adolfo Bécquer)
Yo no
soy poeta ni pretendo serlo, lo más que hago algunas veces es pasar al papel
mis sentimientos, emociones o historias que se me ocurren, Pero este verano me
encuentro bloqueada entre tanta belleza, el jardín está precioso, el cielo de
un azul intenso sin nubes, parece que estas se han ido a darle de beber a la
luna que aun con el sol fuera no quiere irse del todo y se queda en un rincón,
humilde como un fantasma blanquecino.
El
jardín tiene petunias y laureles de varios colores que le dan alegría al verde
de alrededor, geranios dobles que ponen una nota de color en el rincón más
soleado. Hay plantas aromáticas perfumando el ambiente, si sales al jardín
temprano te embriaga su olor, tomillo,
romero, lavanda, jazmines que han dejado a la hierbabuena en mantillas aunque
fue la primera, yo le paso la mano no solo para recibir su aroma sino como una
caricia para que sepa que no la olvido.
Las
terrazas están limpias, los muebles en su sitio, parece un hotel esperando los
huéspedes más madrugadores. Aquí los huéspedes son ellos, mis hijos, mis nietos,
mi familia. Todos se han hecho mayores y tienen sus propias inquietudes ya no
están aquí tanto como antes.
Recuerdo
la gran fiesta a la que venía toda la familia, con merienda, juegos, piñata y hasta fuegos artificiales.
Se celebraba el cumpleaños de los mellizos y el santo de los Enriques.
Muchas
personas que la componían ya no están, se ha ido incorporando savia nueva, pero
nunca los olvidaremos, siempre estarán en nuestro recuerdo y no se irán del
todo mientras hablemos de ellos comentando anécdotas de la vida que hemos
compartido. Si somos lo que somos es porque antes ellos plantaron la semilla.
Siento
nostalgia pero no tristeza, he sido y sigo siendo afortunada. Mi canción
favorita es: GRACIAS A LA VIDA….
Del 18 de junio al 6 de julio. El tiempo transcurrido entre el relato del jardín de los hibiscos y éste. En este tiempo hemos pasado del gris añorante al colorido "disfrutante". No hay nada como El Carmolí para recargar pilas :-)
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