martes, 6 de agosto de 2024

EL FRACASO

 

EL FRACASO

 

¿Cuándo empezó todo a romperse entre nosotros? La comunicación, la amistad, el deseo, hay un refrán que dice: “Si quieres ser feliz no analices”, pero yo si lo analizaba todo, el no hacerlo me parecía el escondite del avestruz, si sabes que el problema está ahí no vale que pases de él, hay que afrontarlo por muy doloroso que resulte.

Las despedidas nocturnas sin un beso que se había convertido en costumbre, desde hace meses solo un “buenas noches” y media vuelta. Habíamos pasado de ver las series favoritas cogidos de la mano a separarnos de habitación para ver otros programas o los mismos pero en soledad. Podría seguir enumerando detalles que no le dábamos importancia, yo creo que mi pareja ni los notaba pero iban minando nuestra relación. Casi no encontrábamos temas comunes para hablar cuando antes nos quitábamos las palabras de la boca.

Estos síntomas no significan un cambio en los sentimientos sino en  la forma de expresarlos, hay que encontrarle relevo a los detalles que siempre habíamos tenido entre nosotros estos años atrás, pero si sigue estando el amor le sentara bien un cambio de aires, sorpresas, estimulaciones distintas, huir de la monotonía en que se convierte nuestra vida al estar todo programado, un “salto al vacío” de vez en cuando no viene mal para tomar conciencia de que somos dos y no dar por sabidas las necesidades del otro, buscar cosas nuevas con las que sorprenderle.

Si el cambio es positivo volverá la intimidad, pero de otra manera más madura, más asentada y no será el último cambio que habrá que hacer, al amor hay que abonarlo con nuevas ilusiones si las anteriores las encontráis ya caducas.

 Sabiendo yo todo esto reaccioné tarde y me encuentro firmando los papeles del divorcio. La teoría es fácil y sabida, lo difícil es la puesta en práctica cuando la otra persona no se da cuenta de nuestros esfuerzos tardíos por cambiar las cosas o ha encontrado fuera esos estímulos para hacer renacer el deseo, la ilusión tan necesarios para seguir la vida.

La próxima vez, si la hay, procurare tener bien aprendida la lección.

 

2 comentarios:

  1. El matromonio es algo por lo que tienes que luchar cada día porque, si te dejas ir, es fácil verse engullido por el tsunami de la rutina. Especialmente complicado es cuando el otro no sigue tu ritmo pero, incluso así, es necesario, al final del día, hacerse estas cuatro preguntas: ¿me he sacrificado en algo por mi mujer? ¿le he sorprendido con algo? ¿me llevo algo sin perdonarle? ¿le he hecho reír?

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  2. Con evitar discusiones irrelevantes o sin importancia, atajándolas antes de que crezcan, ya se da un gran paso en el fortalecimiento de la relación.

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