miércoles, 10 de diciembre de 2025

 


UNA VIDA A LA DERIVA

 

Nunca he estado tan cerca de tocar una estrella como aquella noche en esa isla desierta a la que me llevo la deriva de mi vida. Entre esas rocas negras y peladas como monstruos que me arrastraban hacia el abismo, experimente la soledad más absoluta y una emoción contradictoria, miedo de todo lo que me rodeaba y tranquilidad al saber que el final del sufrimiento estaba cerca.

Mis alegrías, mis ilusiones, los proyectos que preparábamos juntos, mi vida entera se hundió en la tierra con ella. Pero en el momento de dar el paso final hacia la negrura de esas rocas que me esperaban, una luz, una estrella, un cometa, no sé, casi rozo mi mano y me empujo hacia atrás. Sentí una inmensa paz al abandonar esas rocas que ya no me arrastraban y siguiendo la luz, poco a poco volví a incorporarme a ese magnífico y único regalo que es la vida.

lunes, 8 de diciembre de 2025

 

UN REFUGIO SEGURO

 

Un policía se detiene frente a él y le dice: Ha cometido usted dos delitos, romper el cristal y robar una cajetilla de tabaco. Pero aun no es bastante, le contesta el ladrón. Intrigado lo deja ir, pensando: Es un hombre mayor, lo necesitaría, y sigue vigilándolo. En el parque  hay un letrero “No pisar el césped” y allí lo encuentra saltando. El policía lo sigue y entra en un restaurante, come y  sale sin pagar pero satisfecho. Le tiende las manos, para que le ponga las esposas diciendo: Ahora ya tengo bastante, por lo menos me echaran un mes y hace tanto frio este invierno…

viernes, 5 de diciembre de 2025

UN ABETO AFORTUNADO

 

UN ABETO AFORTUNADO

 

Me gusta el frio y el agua, la tierra siempre bien mullida. No soy tan alto como mis hermanos, pero creo que me venderán bien. Soy un abeto, Si, un abeto de esos que ponen las familias en el salón por Navidad, con guirnaldas, luces de colores y la ilusión de los regalos a mis pies.

Por lo que he oído,  me gustaría ir a una casa con niños, sería maravilloso cuando rozaran mis hojas al ponerme los adornos y ¡como discutirían, queriendo poner la bola más alta! Me gustan los niños, cuando vienen con sus padres al vivero, me muevo disimuladamente y les digo muy bajito cuando se acercan:” Llevadme a mí “, podréis jugar conmigo y no me moriré pronto. Soy joven, creo que tengo 2 años desde que estuve en el primer plantel, mis recuerdos de esa época son confusos, pero creo que eso les pasa también a los humanos, la infancia la recuerdan como a través de una bruma.

Eso me han dicho mis hermanos mayores, los que nunca han salido de aquí, saben muchas cosas, son muchos años sin moverse del sitio. ¡Ay! si yo pudiera corres, me iría detrás de esa familia, la del niño con el jersey a rallas, lleva una gorrita que ha quedado atrapada entre mis ramas y no se ha disgustado, volvió a recogerla y me hizo una caricia en el tronco.

¡Nos gustan mucho las caricias!¡ Y los humanos tiene tan poco tiempo!

José, el encargado del vivero, si nos habla, le encanta su trabajo, somos como sus hijos,  nos cuida con cariño, nos ve crecer y procura que todos estemos sanos y sin parásitos. Esos bichos desagradables, que se comen nuestras hojas y ponen sus huevos en nuestro tronco hasta que nos morimos.

Pero a mi no me va a pasar eso, uno de estos días saldré de aquí para hacer feliz a una familia. Soy algo muy importante en la Navidad.

Ha caído la noche  sobre el techo de plástico del vivero, se han apagado las luces, todo es silencio. Este es el momento  en que mis hermanos y yo nos comunicamos haciendo mover nuestras ramas y silbando con el viento que se cuela entre las juntas del plástico.

Esta noche me he enterado de una cosa horrible. Uno de mis hermanos, uno muy grande (habrá que hacerle un agujero al techo, para que asome la copa dentro de poco) y también muy gruñón, dice que está feliz de que no lo hayan comprado nunca. Al principio creí que hablaba así por envidia, pero lo que nos conto, nos dejo con las ramas caídas.

Dice que solo somos un juguete más de estas fiestas, que no se dan cuenta de que estamos vivos. Importantes, si, pero cuando terminan, la mayoría de nosotros acaba en un vertedero de basura, como cualquier trasto viejo e inútil.

Aunque lo diga el más sabio de mis hermanos, no me lo puedo creer.¿ No aprecian las personas lo beneficiosas que somos para ellas?

Yo no quiero ir a un basurero. Mañana cuando vengan los clientes, me hare el mustio, bajare mis ramas, como si estuviera enfermo, me quedare quietecito y ni siquiera me miraran.

Desde bien temprano hay un lio terrible en el vivero, faltan solo dos días para la Navidad y  todo el mundo quiere tener un árbol en el salón.

Pero ¡Oh, no! Una niña se acerca corriendo hacia mí, me toca,  acaricia mis ramas y grita: mama, mama ¡este es el que me gusta!

Me echo a temblar, todos mis esfuerzos inútiles, acabare en un vertedero.

Me llevan a su casa en una furgoneta grande y abierta.

Ya hemos llegado, no quiero mirar, será un piso pequeño y pondrán la calefacción a tope ¡Me asfixiare!  Levanto mis hojas poco a poco y ¡Que veo! Un bonito jardín en el que hay otros árboles

Mientras el padre hace un hoyo en el centro, la niña da saltitos a mi alrededor. Es precioso, ¿verdad papa? Lo  he escogido yo,¿ Podemos adornarlo hoy?

Estoy feliz, tranquilo, no acabare en el vertedero, como otros de mis pobres hermanos, envejeceré viendo crecer a esta niña a la que le debo la vida.

 

 

 

 

jueves, 4 de diciembre de 2025

 

CUENTO DE NAVIDAD 2025


 

 

La idea de este cuento de Navidad, junto con la foto, me la dio Mª Herminia Márquez, miembro destacado de la Asociación Belenística Española.

 

LO QUE NO SE VE

 

No soy importante, si miras un Belén casi nadie se fija en mí, no soy ni la pastorcita con la oveja, ni la gente del mercado, ni los Reyes Magos y por supuesto ninguno de los importantes “Los de la cueva”, pero eso me viene bien porque cuando me canso de hacerles maldades a los niños, como que se les caiga el bocadillo, que se metan en un charco, que desaparezcan sus canicas o lo que más me divierte, darle a uno un pequeño pellizquito para que formen una pelea, je je je , ¡Qué bien lo paso entonces!  Como soy una bruja me meto a descansar en la figurita en forma de vieja que hace cestos de mimbre en un rincón del Belén, no soy importante, los niños no me quieren.

Pero un día todo cambió. Estaba una niña poniendo el Belén con mucha ilusión, era la primera vez que la dejaban ponerlo sola, cuando se le resbalo de las manos yendo a parar al suelo la figura en la que yo  estaba descansando, se asustó mucho y lloraba sin parar porque se le había roto la cabeza y a ella le gustaba esa viejecita tan trabajadora que hacia cestos pequeñitos y podía usarlos para jugar con sus muñecas.

Entonces me di cuenta de que me tenía simpatía y de verdad sentía que me hubiera roto, para ella era importante. Su madre intento consolarla pegando mi cabeza con miga de pan humedecida en saliva, queda un poco torcida pero esta pasable, además como la tengo agachada mirando los cestos pues no se nota mucho.

Desde entonces todos sus amigos que iban a ver el Belén se fijaban en mí por ese detalle tan tonto del cuello y la niña les contaba mi accidente, y así empezaron a buscarme en todos los Belenes que había en la ciudad. Me iba haciendo famosa y eso me gustaba.

Poco a poco fui dándome cuenta de que lo que hacía estaba mal, que los niños me querían y entonces una voz muy dulce, me dijo: Estarás sin salir de la figura hasta que te hayas arrepentido de esas pequeñas maldades que les hacías a los niños, desde ahora todos los cestos que hagas te saldrán mal, cuando uno te salga bien será porque estas totalmente arrepentida y perdonada.

El primer día de estas Navidades me salió un cesto precioso con trenzas de colores, que los vendedores  del mercado me quitaban de las manos para mostrar en ellos sus productos.

Todos, hasta los malos malísimos como era yo, necesitamos amor y ese amor desinteresado lo dan los niños.

Si el año que viene me buscáis en los Belenes igual no me veis, porque pienso meterme en alguna figura más alegre y que ayude a los demás sin pedir nada a cambio, como ese niño cuyo cumpleaños celebramos.

 

lunes, 1 de diciembre de 2025

SU FETICHE AMOROSO

 

SU FETICHE AMOROSO

 

En la goma de sus calzoncillos escribía el nombre del ligue, nunca tenía ninguno duradero, por eso no importaba que se deshiciera en la lavadora junto con su amor ya olvidado.

Pero todo cambió cuando conoció a Yesica, era guapa, divertida y sintió que ese amor iba a durar, lo malo era que no podía cambiarse de ropa interior por si con el agua se disolvía también el hechizo.

Superando su miedo a las agujas hizo el sacrificio con el que le demostraría amor verdadero, cosió el nombre en una docena de calzoncillos y si el amor acababa, tampoco había sido tanto dispendio.

viernes, 28 de noviembre de 2025

EL GARAJE

 

EL GARAJE

 

No creo que haya pasado más miedo en mi vida rayando al terror, que la noche de todos los Santos. Esa noche llegué tarde. El garaje estaba solitario y con ese silencio aplastante de cementerio, entrar en él siempre me ha producido una sensación agobiante. Esa noche al bajar del coche y dirigirme hacia la puerta, se fue la luz y también las auxiliares. Todo quedó en unas tinieblas sordas, sin sonidos, solo el ruido de mis llaves al caer al suelo, intenté buscarlas pero fue inútil, en esto estaba cuando oigo una especie de música extraña, una música gótica, las piernas no me sostenían, el corazón latía descontrolado, orientándome entre los coches llegue al recodo de la escalera y allí lo vi: un ser que no parecía humano, la linterna vuelta hacia la cara le daba un aspecto verdoso como de cadáver reciente.

Mi grito, casi un alarido hizo que el “espectro” tropezara y cayera rodando. No pasó nada grave, solo una leve contusión en mi pobre vecino.

La música que oí tenía una explicación, había cambiado de audífono y no reconocí la señal que me avisaba de que las pilas se estaban agotando. Desde entonces siempre llevo una buena linterna en el bolso.

 

sábado, 22 de noviembre de 2025

Nunca se sabe dónde está la inspiración


 

NUNCA SE SABE DONDE ESTA LA INSPIRACIÓN

 

En mi monótona vida la sorpresa de aquel día fue la carta del notario comunicándome que había fallecido una prima de mi madre, dejándome como única heredera de una casa solariega y del gran terreno con arbolado que la rodeaba

Solo había ido una vez a ese pueblo perdido entre tres provincias castellanas, no recordaba ni su nombre aunque era el pueblo de mi madre y con ella fui a visitar a esa prima, nunca dejaron de escribirse  ni que decayera el cariño que se tenían desde la infancia.

Ese fin de semana decidí echarle un vistazo a mi nueva propiedad. Llegué al anochecer, el paraje agreste parecía salido de una novela de terror, de un momento a otro aparecerían entre los arboles una manada de lobos hambrientos que acabarían conmigo, pero no ocurrió nada de eso. En la puerta, junto a la escalinata había un hombre, el guardes de la finca que me esperaba para darme las llaves.

Me acompaño al interior que estaba bien conservado y las luces le daban un poco de vida a esos muebles recios y antiguos. Esa casa había sido la vivienda  del cacique del pueblo, padre de la prima.

Se fue el guardes y me dediqué a explorar por las habitaciones, cuando llegué al pasillo de los retratos, así le llamaban, estaban todos igual, por ellos no había pasado el tiempo, los trajes de enterrador para los hombres y el de satén negro con mantilla para ellas.

Por eso el contraste fue aun mayor, cuando al final, ya cerca de la escalera,  vi una foto que no pegaba nada entre tanta antigualla.

Una señora de mediana edad, con un jersey negro y lo que parecía una chaqueta de un rojo vivo con el cuello en gola me miraba a los ojos y me mandaba callar con un dedo enfundado en un guante también rojo. Tenía el pelo gris alborotado y una pizca de picardía en su mirada como si estuviera en posesión de un secreto que no debíamos revelar.

Me gustó. ¿Qué hacía allí? ¿Por qué estaba colgada entre los ancestros de la casa?

Al día siguiente me contó el guardes que era una escritora amiga de la prima de mi madre que pasó un verano en la finca para escribir una novela, pues el sitio era ideal para la trama, con caciques dominantes,  criadas, mujeres incultas y sometidas, entonces aun vivía el padre de la prima que tenía que ser una buena pieza.

Cuando la novela tuvo un éxito mundial, le mandó a su amiga esa foto dedicada y con el dedo del silencio le quería decir que no divulgara nunca su fuente de inspiración, pues la había situado en la América profunda de Estados Unidos. Ella le guardo siempre el secreto y la colgó como “Influencer” de su época entre aquellos que le habían servido como modelo para sus personajes.

 

 

 

 

HAIKU  O NO, SOLO POEMA

Rocas, agua, muerte

Risas, niños, vida

Y en medio la ilusión.