CAOS
No he
pasado nunca tanta vergüenza, soy una modelo profesional, poso para pintores
importantes, pero ni cuando eran desnudos integrales (que es lo que más me
solicitan) lo he pasado tan mal. Me ha dicho mi representante que este cuadro
es para la portada de un libro, pero a mí me da mala espina.
Estoy
rodeada de gente absurda, con ropas aun más absurdas. El pintor ha tardado
meses en dar por buena la composición. Mira que el que ha vestido de muerte…es
que me da repelús solo pensar que lo tengo tan cerca. También hay un terrorista apuntándome con un fusil. El
“Artista” dice que no me mueva, pero como no voy a moverme con el susto que
tengo en el cuerpo, ¿Y, si como lo quiere todo tan real, le ha puesto balas?
Además ha dejado poca luz. Dice que es para meterse más en el tema y la
iluminación enfoca solo a los que está
pintando en ese momento.
La
veleta o lo que sea que tengo encima, me va a dar en la cabeza, me correré un
poco hacia la izquierda.
También
hay un hombre con un bastón que lleva media coraza y su cara refleja
indiferencia ante el horror de la composición. No puedo moverme mucho, pero de
vez en cuando echo una ojeado a mí alrededor y los observo. Tanto él, como el
perro que juega a la pelota pasan de todos nosotros.
El otro día, el que hace de muerte dio un
pequeño grito. Yo creo que fue porque el que está detrás le metió mano.
Pero al que de verdad me dan ganas de darle un
bofetón es al gordo que me mira tontamente y se ríe.
No
pienso posar más para este pintor. Estoy horrible, toda blanca, el pelo rojo y
hasta un pequeño bigote me ha hecho poner. Sí que las modelos tenemos que
aceptar todo, ese es nuestro trabajo, pero lo que no le perdono son esas
piernas deformes que me está pintando, el otro día me asome y casi me da un
“patatús”. En fin, todo tiene algo bueno, nadie me reconocerá y podre seguir siendo la modelo elegante que se rifan
los pintores.
¡¡Anda
que si esta es la portada, como será el libro!!
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