CARTA DE SAUL
Me
llamo Saúl, tengo 11 años y vivo en una casa de tela. Muchas casas de tela
forman mi ciudad.
Hoy han
venido unos señores para denunciar al mundo la tragedia en la que vivimos, eso
han dicho, y me han hecho una foto.
¿Pero
es que hay otra vida? Yo soy sirio, lo sé
porque lo dice mi madre, pero yo nací aquí y no conozco otra.
De vez
en cuando, viene personas como las que he dicho antes y nos traen cosas: ropa,
mantas, comida… pero somos muchos y alguien se queda siempre sin nada.
La vez
anterior yo tuve suerte y me dieron las gafas que llevo puestas, gracias al
niño que no le servían yo puedo ver mejor, antes me mareaba.
Cuando
vienen siempre estoy a su lado, cuentan cosas muy bonitas sobre ciudades hechas
de piedra, no de tela, arboles grandes, trenes, coches y muchas cosas más que
nos hacen tener ganas de salir de aquí cuanto antes.
El otro
día vi todo eso en el ordenador que trajo la señora guapa y simpática. A mí me
cae muy bien. Le pedí libros y me los ha traído. Ella es la que me ha animado a
escribir esta carta. Dice que somos noticia de un día y que luego se olvidan de
nosotros. Eso no es posible, somos personas como ellos, será por algo que no
llego a entender.
Cuando
sea mayor seré periodista, como mi abuelo, dirigía un periódico y dice mi madre
que era de los mejores. Iré por todo el mundo contando la verdad de lo que pasa
en estas ciudades de tela y por fin sabré la razón de tanta injusticia.
Pensad
en nosotros cuando estéis calentitos en vuestras cómodas casas y con la mesa
bien llena. No nos olvidéis, por favor.
Un beso
de Saúl
Es triste pero muy real
ResponderEliminarDesgraciadamente hay muchos Saúl en este mundo y por desgracia olvidamos su existencia
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