SOLILOQUIO
Estoy
esperando que vuelva, después de una pelea siempre lo hace. Sé que la culpa es
mía, yo lo provoco, me gusta saber hasta dónde llega mi dominio sobre él.
¿Esta
vuelta será voluntaria o como siempre se verá arrastrado hacia mí por lágrimas,
ruegos y engañosas intenciones de cambiar?
No soy
buena, no debí volver a hacerlo, tiene que tener su espacio, pero y si en ese
espacio encuentra algo…Lo reconozco, soy muy posesiva, lo quiero solo para mí
sin ningún resquicio por el que entre un aliento nuevo.
Lloraré,
le pediré perdón aunque no lo sienta.
Si eso
es lo que tengo que tengo que pagar para que se quede conmigo ¡Bien pagado
esta!
El tema se merecería un relato más extenso, pero como punto inicial, la asunción de culpa es excelente.
ResponderEliminar