jueves, 23 de febrero de 2023

ME ASOMÉ A LA VENTANA

 

ME ASOMÉ  A LA VENTANA

 

 

 

Fue de pronto. Se metió en mi oído un sonido molesto, monótono y vagamente recordado. Miré hacia los cristales y allí estaba, grande y negro, atrapado en la doble ventana: ¡UN MOSCARDÓN! Intentaba con todas sus fuerzas liberarse de su prisión pero no podía. En su batir de alas y en su desesperación había algo que me inquietó: una premura por salir otra vez a la vida muy parecida a la de los humanos atrapados en una desgracia. Una de las veces que se posó en el cristal me pareció que me miraba con esos ojos grandes y extraños como diciéndome: ¡Eh! ¡Ábreme!, ¡libérame de este encierro! Soy muy joven, casi acabo de nacer y mi inexperiencia me ha llevado a esto. Además es primavera, mi ciclo vital es muy corto y tengo que cumplir un montón de rituales antes de desaparecer.

 

¿Primavera? ¿Ya es primavera?  Y fue al abrir la ventana para liberar a mi prisionero de su encierro, cuando lo vi. ¡EL ÁRBOL! El que hay delante de mi ventana estaba radiante, lleno de hojas de un verde brillante precioso, ese verde que perderá en pocas semanas por la contaminación. Él también parecía decirme: ¡date prisa!, ¡mírame bien!, ¡disfruta de mi color que pronto perderé! Todo es tan efímero…..Con el corazón lleno de primavera como el moscardón y el árbol empecé a observar la vida que discurría debajo de mi ventana. Había una señora con su perro, un anciano sentado en un banco con cara de resignación (seguramente su mujer había entrado sólo un momento a comprar algo en la tienda de abajo). Me sorprendió ver a un inmigrante subsahariano en el banco al lado del señor mayor leyendo un libro. Iba muy desarrapado, puede que el libro lo hubiera encontrado en la basura, pero ahí estaba leyéndolo. Me dio mucha alegría pensar que aunque fuera por poco tiempo lo iba a hacer más feliz.

 

Todo era como en un teatro en el que sólo cambian los ropajes o los actores, pero la función es la misma en todas las estaciones: ¡ES LA VIDA QUE PASA!

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho. Cómo te va llevando de una cosa a otro hasta llegar a una gran reflexión.

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  2. Sí, refleja muy bien ese empujoncito hacia el optimismo que todos necesitamos en algún momento, para colocarnos el "color" del cristal que se merece la vida.

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