EL
ENCARGO
Tú que
me conoces bien tienes que escribir mi biografía, quiero que la posteridad sepa
de mis logros, eso me dijo, era verdad que lo conocía bien, había seguido su
trayectoria de negocios mafiosos y
pelotazos desde los años 70, pero me caía mal, se había hecho millonario a base
de explotar a sus obreros, pagando a políticos sin escrúpulos, en fin, una joya,
pero el dinero me venia bien y acepte. Le vendí mi alma como tantos otros
habían hecho sin darme cuenta de que quedaba atrapado en su tela de araña.
Para
colmo era fatuo, soberbio, déspota y un inculto total, pero en su favor hay que
decir que era listo y sin escrúpulos, Llevaba siempre una corte de aduladores
que le reían las gracias, chicos y chicas muy jóvenes, pues tocaba todos los”
palos”, que le hacían creer en su belleza física, la cual iba pareja con su
belleza moral, ósea que era feo de C…¡Que biografía se podría hacer de este
personaje, pero tuve miedo, con solo que se intuyera un poco de verdad me
demandaría y ganaría como siempre.
Con
todo esto ya tenía el principio, pero quise conocerlo más a fondo y me convertí
en su sombra. Le acompañaba a todos los eventos a los que era invitado, lo
disculpo porque se comía bien, a los premios que le daban después de sobornar
al jurado, a las fotos, se supone que robadas en su yate, ¡Qué bien se estaba
allí! y no digamos en su mansión, todo era perfecto menos que el dueño fuera un
hortera como él, pasamos en ella una temporada y la buena vida me hizo cambiar
poco a poco de opinión sobre el personaje.
Con estos
mimbres tengo que hacer pasar a un sinvergüenza por un Santo varón. La verdad
es que vivo a lo grande y encima cobro, no es tan malo como me lo imaginaba,
suele ser generoso, simpático y amable con sus empleados, siempre dispuesto a
ayudar a los que están en apuros, sobre todo políticos y solo a cambio de
pequeños favores, como recalificaciones de terrenos y cosas por el estilo, que
si no lo hubiera hecho él lo haría otro.
Pero cuando
me miro al espejo solo veo un estomago agradecido ¿Por qué será?