EL SOMBRERO |
|
Estoy indignada, la foto está bien como anuncio, como spot publicitario, pero no iré así a la boda de tu amigo. Ya sé que te gusta presumir de mí porque soy distinta, me trajiste como un trofeo, pensaba que con el tiempo cambiarias, pero nunca te has adentrado a mirar detrás de esos ojos que tanto te gustan donde encontrarías un mundo de infinitas sensaciones, ternura, compañerismo, una confidente y un amor sin límites, no me reduzcas solo a un objeto, me siento como una muñeca que llenas de regalos pero que no quieres descubrir, porque el misterio y lo exótico es lo que te sigue atrayendo de mí, pues te aseguro que te estás perdiendo lo mejor, deja de mirarme como una porcelana, esa sonrisa condescendiente me hace daño.
Yo sí
estoy enamorada de ti desde el primer día en que te vi perdido en aquel salón
de baile y me ilusioné pensando que tu lo estarías también con el tiempo, que
me descubrirías como mujer no como trofeo al que hay que lucir.
Quisiera
que alguna vez me negaras algo, me trataras como tu pareja y discutiéramos, no
siempre tengo la razón. ¡Estoy harta! No sé cómo va a acabar esto, por lo
pronto no voy a ir con ese ridículo sombrero de flor de loto, precioso, sí,
pero ¿Te imaginas los de detrás estirando el cuello acordándose del diseñador y
de la tonta que lo lleva?
Te dejé
hacerme la foto para que te dieras cuenta y lo único que se te ocurrió decir es
que “Iba a epatar” a todas las mujeres.
Te dejo
esta carta para que medites sobre nuestra relación, no es un ultimátum, te
quiero demasiado, pero no seré más tu adorado jarrón Chino.
Piénsalo
bien mientras voy a comprarme un sombrero nuevo.
Bien por la "con sombrero"!! !fuera jarrones chinos humano!!!👏
ResponderEliminarIdentificación plena entre la protagonista y el objeto de la discordia. Bonitos pero ambos son tratados como meros adornos.
ResponderEliminarDesgraciadamente aún hay personas que ven a sus semejantes como percheros, como maniquíes. Buen final
ResponderEliminar