MI TALISMÁN
Es una
piedra pequeña, redonda, gris con manchitas blancas, su tamaño como el de una
moneda de dos euros, suave al tacto, fue moldeada por las olas en Salobreña, es como cualquier otra piedra de
playa pero tuvo la suerte de ser rescatada del anonimato por mi abuela, “Es la
piedra de dar las gracias” me dijo. Todas las noches la acaricio entre mis
manos y siento que siempre hay algo por lo que merece la pena vivir.
Es bonito, todo sirve de ayuda para seguir adelante
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