viernes, 13 de marzo de 2020

NOSTALGIA
¡Tan cerca estamos del mar y de ti
callada luna!
Es de nuevo verano. Hacía años que no volvía a esa casa en la que había sido
tan feliz. Pero quise hacerlo, lo necesitaba. Tenía que ser en noche de luna llena. Me
invade la nostalgia, todo me lo recuerda, pero esta noche mirando la luna le pediré que
me devuelva la paz que se llevó con él.
Era nuestro ritual en esas noches sin viento, luminosas, en las que los grillos se
quedan afónicos y las plantas levantan sus hojas para recibir el frescor que la
ausencia del sol les proporciona.
Noches claras de julio. Tumbados en la arena veíamos difuminarse los colores
hasta llegar a alcanzar todas las tonalidades del gris. Gris del mar, gris de la arena,
gris del cielo, nunca iguales. Si fuera pintora sabría expresarlo mejor pero no sé ir más
allá de ese color que nos unía en un deseo: ver salir ese disco amarillo, distante y frío.
Se anunciaba con su brillo sobre un mar al que acariciaba al seguir su camino por el
cielo.
Con las manos cogidas esperábamos su llegada que nos bañaba de luz. En
esos momentos todo quedaba en calma, hasta los grillos cesaban su canto.
El espectáculo era maravilloso. Con un nudo en la garganta nos dábamos
cuenta de lo insignificantes que éramos ante ese poder mágico que tienen las noches
de luna llena. Nos imaginábamos su cara redonda mirándonos, ese rostro tallado por
las rocas que la han golpeado desde el principio de los tiempos. Permanecía impasible
ante la pasión que despertaba en nosotros.
Los hombres antiguos hicieron de ella su diosa, Selene. Para nosotros era la
diosa del Amor, de esas noches de entrega en la que se fundían hasta nuestras almas.
Todo eso pasó, pero lo que no desaparecerá nunca es el poder de esa belleza
deslizándose sobre el Mar Menor como si fuera otro faro.
Aquella noche bajé a la playa, sola, como ella. Necesitaba consuelo y esperaba
encontrarlo allí. Sentía que esa noche tu espíritu vendría a fundirse con el mío como
tantas veces, pero unas nubes negras lo impidieron.
Tan cerca estoy del mar, de la callada, señorial y oculta luna, y tan lejos de ti.

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