martes, 4 de febrero de 2025

UN JUEGO INFANTIL

 

UN JUEGO INFANTIL

 

 

Corría y corría solo por el placer de hacerlo, de sentir las ramas de los árboles cerca de mi cara, el suelo todavía un poco húmedo por la lluvia de la noche anterior y  ese aire perfumado que me traía  tantos recuerdos. Tenía dos semanas de vacaciones y el jardín de mi abuela era el sitio ideal para pasarlas. Allí había de todo, pequeños animalitos que yo contemplaba  extasiada y que poco a poco iban aumentando mi colección. Hojas de arbustos de muy diversas formas y colores que guardaba en los libros.

En aquel ambiente casi mágico se desarrolló un gran duelo el año anterior; Con los niños de los alrededores organizamos un campeonato de peonza, yo me presenté con una que había sido de mi padre y estaba un poco estropeada, además no iba a ganar ¡qué más daba! allí estaban las mejores trompas y los niños más hábiles que yo conocía,  una niña no tenía nada que hacer. Pero se hizo el milagro y fui ganándoles la partida uno a uno;  mi  trompa se movía como si tuviese vida propia y saltaba de mi mano para girar, ante el asombro de todos, de una manera elegante, era como un baile, una danza, la tirara como la tirara siempre caía de pie y siempre ganaba. Pero en la última jugada con un ruido extraño se partió en dos, era como si de tan vieja no hubiera podido soportar tanta gloria.

La guardé en una caja y la enterré a la sombra de un gran árbol.

¿Qué pasaría este verano? ¿Cuántas cosas maravillosas me ocurrirían? Eso iba pensando mientras corría y corría solo por el placer de hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario