EL
ADIÓS DEFINITIVO
Cuánto
me echaba de menos. En la soledad de mis noches esa frase se colaba en mis
oídos como un mantra. ¿Por qué se fue entonces voluntariamente? Ahora quiere
que me vaya con él pero no lo haré, viviré mi vida en libertad, puedo hacer lo
que quiero sin tener que pedir permiso. Me da pena que esté solo pero él lo ha
querido.
He
venido a verlo por última vez y a decirle que no me espere, por ahora.
__Señora,
el cementerio cierra dentro de cinco minutos, seguí al vigilante y no mire
atrás.
Palante... la vida no se para
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