LA SOPA
¡Que
una es pudiente pero no tonta! Y se quedo tan fresca. Eso es lo que me contestó
la “Pudiente” cuando me ofrecí para ser cocinera en su casa en contestación del
anuncio, no le gusté pero hay otras maneras de decirlo. ¿Qué se había creído?
¿Qué yo era una ladrona? ¿Qué iba a provecharme porque estaba invalida? Lo
único que me movía era aliviar los dolores que padecía. ¡Por quien me había
tomado? yo soy una profesional de la cocina, todas mis señoras han muerto con
una sonrisa en los labios diciéndome lo buena que estaba la sopa.
Parece impensable, pero es bastante ajustado a la actuación de algun@s psicópatas
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