LA
LIBERTAD
De allí
nadie volvía, comentaba machaconamente el jefe de la tribu, no os engañéis,
detrás de esas montañas no hay nada. En la cueva se está bien, no faltan animales
que cazar, agua, mujeres ¿Qué más podéis querer?
Sentados
a su alrededor los hombres callaban, de pronto uno de ellos exclamó “LIBERTAD”.
El jefe indignado lo echó diciéndole que se fuera al sitio de donde nadie
volvía, pero los que quedaran debían obedecerle en todo.
Se ha
repetido a lo largo de la historia el dilema: seguridad y obediencia o
libertad, dando incluso a veces la vida por ella.
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