sábado, 26 de julio de 2025

LA PIANISTA

 

LA PIANISTA

 

Acabé de decidirme al ver el cartel de mis próximos conciertos, tenía pensado dejarlo todo pero nunca encontraba el momento, me aterró ver mis ojos tapados por una cinta que tenía grabada un pentagrama y notas de la que era mi pieza estrella.

¿Quién soy yo, solo una sombra detrás de una partitura? Mi música, que dicen consigue estremecer a los ángeles, no lo ha conseguido conmigo. Desde muy pequeña solo soy un autómata poniendo en mis manos sentimientos que no son míos sino del genio que la escribió, soy un mero instrumento de trasmisión, como lo es el piano.

He aprendido a desgranar las notas pensando en cada momento lo que sentiría el autor no lo que siento yo, si de verdad me oyeran a mí, igual sería un fracaso, en algunos compases no estoy de acuerdo con los autores, yo pondría más alma, más sentimiento, más verdad, pero nadie se ha preocupado nunca en saber que se esconde detrás de esas manos finas y bien adiestradas, sus deseos, sus amores, solo en ganar dinero con ellas.

¡Me han convertido en una máquina! Necesito que se olviden de esas manos y vean a la persona completa. ¡No soy divina! como ellos creen, soporto desde hace años frustraciones y malos momentos.  Después de los conciertos, siento una angustia mortal, los aplausos son atronadores, pero no me ven.

Esta noche estoy decidida a cambiar, a ser yo misma frente al piano y no solo mis manos y el espíritu del autor que me posee. Si triunfo habrá valido la pena y si fracaso por fin seré libre para encontrar un hueco entre los grandes concertistas donde se encuentran ahora solo mis manos.

,

3 comentarios:

  1. Historia muy real y, que por desgracia, han sufrido muchos personajes famosos. A menudo envidiados por las masas, en ocasiones no son más que instrumentos de generar riqueza para otros. La cosificación del famoso.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Me ha encantado la versión desde el sentimiento de la pianista. Me has sorprendido y me ha gustado. Quién diría que una mente tan cuadrada esconde tanta sensibilidad

    ResponderEliminar