EL
SILENCIO TRANSPARENTE
En ese
silencio transparente, hacía mucho tiempo que estaba instalada; No era un
silencio de sonidos, no, esos estaban ahí, y los percibía muy bien, pero eran
solo sonidos, no había palabras, palabras de amor, de miedo, de odio, de
ira….de todas las formas con que el mágico regalo de la mente nos deja expresar
los sentimientos.
Este
silencio si le aterraba, pues se le metía en el corazón como una fina aguja de
cristal y la iba desangrando gota a gota.
En otro
tiempo, en su juventud, la vida que la rodeaba era toda luz y sonidos:
desengaños, amores penas, alegrías…..pero siempre estaba allí la palabra de
alguien con quien compartir esos sentimientos y ahora en la vejez, la llenaba
de soledad no poder comunicar todo el torrente de emociones que aún le
quedaban.
Las
palabras salían de su boca, rebotaban en las paredes de la habitación y volvían
a ella, como un eco solitario que nadie hubiera querido atrapar y descifrar.
¡Cuanta
tristeza y soledad se unen a la vejez cuando faltan las palabras!!
Me gusta mucho la expresión "el silencio de las palabras" como reflejo de la soledad. Uno de los grandes pecados de la sociedad actual es no prestar más atención y tiempo a nuestros mayores. Su experiencia de vida nos haría mucho bien.
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