viernes, 19 de abril de 2019


LA FOTO DEL VIEJO Y EL GALLO.


Esta carta se la dedico a usted, querida turista  que tuvo la amabilidad de hacerme la foto, mientras contaba mis ganancias.
No, yo no me di cuenta, solo la vi cuando se marchaba, fue Manolillo el que me dijo: ¡eh! ¡Jefe!  Que nos van a hacer una foto y claro como es un poco tímido agacho la cabeza, no creo que haya salido muy favorecido.
Señora turista no vaya usted a equivocarse, me senté en ese poyo porque hacia un poco de fresquito (ya se habrá dado usted cuenta del calor de la habana) y como ya le he dicho contaba mis ganancias.
Pero empezare por el principio.
Nací en el campo, trabaje desde muy pequeño en los bosques de caña. Era responsable y obediente y el capataz se fijo en mí, me protegía de los trabajos más pesados y un día cuando cumplí 14 años me dijo: Esta noche Manuel te vas a venir conmigo porque ya eres un hombre. Yo creí que me iba a llevar a casa de la Casimira ( que ya se puede usted imaginar cual era su oficio) pero no; me llevo a una pelea de gallos.
Aquello me gustó, era una forma de ganar dinero fácil; Me enseño todos sus trucos: El peso de los gallos, los espolones, el pico más o menos curvo, las uñas, en fin todo y fui ganando mi buen dinerito.
Me deje la caña y me fui a vivir a una casa con agua corriente y todo.
Pasaron los años, ya todos me miraban como un señor y me llamaban “Seño Manuel” .
Una madrugada al salir del local, note que me seguían, pensé que era algún enamorado de mis monedas y que venía a reclamármelas , pero no; era él, el gallo que me había hecho perder esa noche, el pobre cojeaba, le faltaba un ojo ( por eso no le gustan las fotos) y casi no tenia plumas.
Se vino conmigo y lo adopte, no tengo hijos, me encariñe con él, que le voy a hacer soy tierno de corazón y el a cambio me enseño todo lo que me faltaba por saber de los gallos y sus peleas.
Gracias a él, soy un hombre respetado y tengo un local propio donde se hacen buenas apuestas.
¡Ah! Se me olvidaba, el bastón que también ¨saldrá en la foto, se lo dan al hombre que mas apuestas ha ganado ese año y ese he sido yo.
Señora turista, ya ve si se ha equivocado conmigo y por favor cuando enseñe mi foto a sus amigos, cuénteles también mi historia, para que no crean que soy uno de los millones de viejos
Que hay en el mundo a los que la vida ha derrotado.
Un saludo y muchas gracias

MANUEL

No hay comentarios:

Publicar un comentario