LA FOTO
DEL VIEJO Y EL GALLO.
Esta
carta se la dedico a usted, querida turista
que tuvo la amabilidad de hacerme la foto, mientras contaba mis
ganancias.
No, yo
no me di cuenta, solo la vi cuando se marchaba, fue Manolillo el que me dijo: ¡eh!
¡Jefe! Que nos van a hacer una foto y
claro como es un poco tímido agacho la cabeza, no creo que haya salido muy
favorecido.
Señora
turista no vaya usted a equivocarse, me senté en ese poyo porque hacia un poco
de fresquito (ya se habrá dado usted cuenta del calor de la habana) y como ya
le he dicho contaba mis ganancias.
Pero
empezare por el principio.
Nací en
el campo, trabaje desde muy pequeño en los bosques de caña. Era responsable y
obediente y el capataz se fijo en mí, me protegía de los trabajos más pesados y
un día cuando cumplí 14 años me dijo: Esta noche Manuel te vas a venir conmigo
porque ya eres un hombre. Yo creí que me iba a llevar a casa de la Casimira (
que ya se puede usted imaginar cual era su oficio) pero no; me llevo a una
pelea de gallos.
Aquello
me gustó, era una forma de ganar dinero fácil; Me enseño todos sus trucos: El
peso de los gallos, los espolones, el pico más o menos curvo, las uñas, en fin
todo y fui ganando mi buen dinerito.
Me deje
la caña y me fui a vivir a una casa con agua corriente y todo.
Pasaron
los años, ya todos me miraban como un señor y me llamaban “Seño Manuel” .
Una
madrugada al salir del local, note que me seguían, pensé que era algún
enamorado de mis monedas y que venía a reclamármelas , pero no; era él, el gallo
que me había hecho perder esa noche, el pobre cojeaba, le faltaba un ojo ( por
eso no le gustan las fotos) y casi no tenia plumas.
Se vino
conmigo y lo adopte, no tengo hijos, me encariñe con él, que le voy a hacer soy
tierno de corazón y el a cambio me enseño todo lo que me faltaba por saber de
los gallos y sus peleas.
Gracias
a él, soy un hombre respetado y tengo un local propio donde se hacen buenas
apuestas.
¡Ah! Se
me olvidaba, el bastón que también ¨saldrá en la foto, se lo dan al hombre que
mas apuestas ha ganado ese año y ese he sido yo.
Señora
turista, ya ve si se ha equivocado conmigo y por favor cuando enseñe mi foto a
sus amigos, cuénteles también mi historia, para que no crean que soy uno de los
millones de viejos
Que hay
en el mundo a los que la vida ha derrotado.
Un
saludo y muchas gracias
MANUEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario