lunes, 29 de abril de 2019


ME SIENTO JOVEN

Me siento joven, aunque los tacos de calendario y demás papeles no opinen lo mismo. Mi mente esta lucida y mi cuerpo, aunque con alguna dificultad, todavía responde a  los retos que le impongo.
Pero hay un sentimiento extraño dentro de mí. Me da la impresión de que este ya no es mi tiempo, no siento como mías muchas de las cosas que este siglo XXI pone a mi alcance.
Todo ha avanzado demasiado deprisa, creo que el mundo ha cambiado más a lo largo de mi vida, que en los 100 años anteriores. Al principio podía coger ese tren y bajarme de él con facilidad, pero con forme han ido pasando los años, ha acelerado de tal modo que soy incapaz de subirme sin ayuda y con bastante esfuerzo.
Me refiero a las llamadas” Nuevas Tecnologías”. Que si bien es cierto a veces nos hacen la vida más fácil, como poder sacar la cita del médico a la hora que quieras, sacar entradas, billetes, y el gran invento del Skipe para poder ver y hablar con los que están lejos. etc… La mayoría de las veces nos la complica. Algunos ejemplos de estos son: tener que ir al cajero automático para matricularte de un curso, y es tan complicado (la cola de detrás te lo hace también mas difícil) que hay que entrar a pedir ayuda, y no me gusta nada la cara de conmiseración que pone el joven, cuando con toda amabilidad te resuelve el problema.
Otro ejemplo (y este me toca de lleno, porque he sido maestra) en algunos colegios los niños tiene que dejar allí los libros, para que no se les olviden cuando les toque esa asignatura,( maleducando la responsabilidad)y les dan unas claves para poder estudiar en casa con el ordenador. ¿Qué pasa si hay un ordenador y tres niños?
 De los bancos no digamos…Pero en fin estas son cosas materiales que si tú no puedes otra persona te lo solucionara.
Lo peor para mi es que me parece que se están perdiendo valores fundamentales, como el esfuerzo, el respeto a los mayores, la responsabilidad, el afán de superación. Todo se banaliza. Las redes sociales que podían ser un instrumento maravilloso de comunicación, se han convertido, a mi entender, en escaparate de los “Egos”, criticas de taberna o trasmisores de mentiras, calumnias y odio.
En la era de la comunicación, los jóvenes se miran a los ojos menos que nunca.
Yo pertenezco a esa generación que respetaba a sus padres y también a sus hijos.
Lo siento pero no me gustan muchas cosas de este siglo y me apena que viviendo en él no lo sienta como mío.






MILAGROS  MARQUEZ

3 comentarios:

  1. Me gusta no ser la única que siente que a pesar de que los adelantos tecnológicos están muy bien, hemos perdido la batalla del respeto a los mayores y la comunicación entre las personas

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