lunes, 29 de abril de 2019


ME ASOME  A LA VENTANA



Fue de pronto, se metió en mi oído un sonido molesto, monótono y vagamente recordado, mire hacia los cristales y allí estaba grande y negro, atrapado en la doble ventana: ¡UN MOSCARDON! Intentaba con todas sus fuerzas liberarse de su prisión pero no podía, en su batir de alas y en su desesperación  había algo que me inquieto, una premura por salir otra vez a la vida muy parecida a la de los humanos atrapados en una desgracia y que por todos los medios intentan salir otra vez a la vida. Pero volvamos al moscardón. Una de las veces en que se poso en el cristal, me pareció que me miraba con esos ojos grandes y extraños y parecía decirme: ¡Eh! ábreme, libérame de este encierro, soy muy joven casi acabo de nacer y mi inexperiencia me ha llevado a esto, además es primavera y mi ciclo vital es muy corto y tengo que cumplir un montón de rituales antes de desaparecer.
¿Primavera? ¿Ya es primavera?  Y al abrir la ventana para liberar a mi prisionero de su encierro, entonces lo vi ¡EL ARBOL! El que hay delante de mi ventana estaba radiante, lleno de hojas de un verde brillante precioso, ese verde que perderá en pocas semanas por la contaminación y también parecía decirme: date prisa, mírame bien, disfruta de mi color que pronto perderé. Todo es tan efímero…..Pero no, no me había dado cuenta, estaría en otras cosas y con el corazón lleno de primavera  como el moscardón y el árbol empecé a observar la vida que discurría debajo de mi ventana.
Había una señora con su perro, un anciano sentado en un banco con cara de resignación
(Seguramente su mujer había entrado solo un momento a comprar algo en la tienda de abajo) .Me sorprendió ver a un inmigrante subsahariano en el banco al lado del señor mayor leyendo un libro, iba muy desarrapado, puede que lo hubiera encontrado en la basura, pero ahí estaba leyéndolo y me dio mucha alegría pensar que aunque fuera por poco tiempo lo iba a hacer mas feliz.
Todo era como en un teatro en el que solo cambian los ropajes o los actores, pero la función es la misma en todas las estaciones: ¡ES LA VIDA QUE PASA!

3 comentarios:

  1. Me encanta como de la cosa más sencilla puedes sacar un relato

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  2. No me dice nada. Creo que con lo del moscardón, no has logrado la sensibilidad de otras veces.

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  3. Me gusta tu forma de ver la vida. Yo me asomo a la misma ventsna que tú y nunca he reparado en esas cosas

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