sábado, 20 de abril de 2019


UN VIAJE SORPRENDENTE

Luisa se había marchado a trabajar a Paris, soltera, libre y más joven que nosotras, había sido valiente y ya vivía allí  un año.
Nos comunicábamos por Eskay y los dientes de Carmen, Lucia y los míos propios arañaban el suelo de envidia cuando nos contaba sus andanzas por la Ciudad del Amor.
Carmen y Lucia eran divorciadas, pero yo, soltera y sin haber probado” La gracia de Dios” como decía mi madre, todo lo que contaba me parecían excesos.
Ese verano decidimos visitarla. Nos instalamos en su casa. Era una buena anfitriona. Por la tarde, cuando nos sentamos a tomar café, era como si estuviéramos en una de nuestras reuniones semanales. Contentas y felices de estar juntas.
Le dejamos bien claro, que nada de monumentos ni museos, algún paseo por el Sena todavía, pero nuestro propósito en este viaje era ver el Paris arrabalero, el marginal los barrios del Paris “canalla”.
La primera noche nos dijo que nos iba a sorprender con algo muy especial. Ella había ido con unos amigos hacia poco y nunca se hubiera podido imaginar aquel espectáculo.
La entrada era pequeña y unos escalones empinados conducían hasta un sótano donde había un  salón, con una barra de bar en un extremo. No había mucha luz. Al fondo sonaba un piano. Al ir acercándonos me sorprendió que el pianista estuviera de pie de espaldas al público. Tenía muy buena planta.
Nos quedamos unos poco desilusionados, las canciones, aunque tocadas con gran maestría, no eran nada del otro mundo. Además de vez en cuando se colaba en la melodía una nota discordante. Al comentárselo a Luisa, nos dijo con una sonrisa picara: Esperad que termine y se vuelva para saludar. Y eso hicimos, cada vez mas intrigadas.
Sonó un fuerte acorde final, un golpe y un grito. Luisa sorprendida dijo: si lo hace todas las noches, ¿que habrá pasado?
Lo que había pasado era sencillamente que  había bajado la tapa del piano, sin darse cuenta de que el “dedo” que daba la nota discordante, en ese momento estaba tocando un do sostenido y…y no pudo retirarlo a tiempo.
Lástima, ya no podrá presumir del pene más grande de la ciudad aunque se pillara “ La puntita “ nada más.





2 comentarios: